Caso extraño si los hay el de Ezequiel Muñoz. El surgido en las inferiores de Boca rápidamente emigró a Europa y allí -salvo en las primeras temporadas- no pudo encontrar regularidad ni rendimiento en ninguno de los equipos donde jugó. Ni en Italia ni en España.

Tras dos años flojos en el Leganés de España, donde jugó muy poco, decidió volver a la Argentina. Más precisamente, a Lanús. En el Granate rindió muy bien, tuvo asistencia casi perfecta (faltó a un solo partido) y era una de las prioridades en el armado de Zubeldía para el fútbol postpandemia, donde Lanús deberá afrontar doble competencia.

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El 30 de junio pasado, Muñoz terminó su contrato con Lanús y, en unas negociaciones bastantes confusas, donde declaró que del club no lo llamó nadie pero desde la dirigencia dijeron que tenía ofertas de Europa, el zaguero terminó alejándose del Granate repentinamente.

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Según publicó el diario deportivo Fanatik de Turquía, el defensor surgido de Boca firmó contrato por tres temporadas con el Besiktas, y jugará Champions League a partir de la próxima temporada.

De los cuatro futbolistas que terminaron sus contratos en esa fecha, Lanús sólo pudo renovarle a José Sand. Agustín Rossi volvió a Boca y probablemente continúe su carrera en Europa, mientras que Carlos Auzqui seguramente seguirá su carrera en el exterior (México y Estados Unidos aparecen como opciones).

Cabe destacar que hasta el momento el único refuerzo de Lanús es el arquero Lucas Acosta, quien llegó libre desde Belgrano de Córdoba. A su vez, Luis Zubeldía confirmó que no irán en buca de refuerzos para este mercado de pases.