Por: Luis Giménez Ojeda

Mientras la investigación por el crimen de Enrique De Vita permanece sin detenidos, ordenaron el pedido de captura internacional para el prófugo: Julio Mosevich, el barra brava de Los Andes que habría asesinado a la víctima, ultimada a tiros el 6 de febrero del 2021, a plena luz del día, en el puesto de diarios de Parque Barón, donde trabajaba el fallecido.

Fuentes judiciales informaron a Política del Sur que el 14 de junio pasado, se ordenó librar oficio a la Policía Federal e Interpol, a fin de insertar el pedido de captura nacional e internacional del fugitivo, cuyo paradero es incierto desde el día en el que se fugó.

Hasta ahora, la causa, cuya investigación está a cargo del fiscal Lorenzo Latorre, de la UFI 3 de Lomas de Zamora, carece de detenidos, a pesar de que el supuesto asesino fue identificado gracias a las cámaras de seguridad de la zona del hecho y los testimonios recolectados.

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Se trata de un empleado del área de Obras Públicas de la Municipalidad de Lomas de Zamora que además sería barra brava del club Los Andes.

En primera instancia, la policía desplegó un operativo en Lomas, pero también en el Aeropuerto de Ezeiza, ya que al parecer el sospechoso tenía un pasaje para irse del país, con rumbo a Portugal, donde tenía un hijo futbolista.

Además, se allanó su domicilio, ubicado en Arana Goiri 1300 de Ingeniero Budge, donde secuestraron el vehículo involucrado, el DNI y pasaporte del prófugo, y secuestraron el teléfono celular de la mujer, donde constaban audios y fotos que lo incriminarían.

El 6 de febrero de 2021, a plena luz del día, Mosevich frenó su Volkwagen Fox enfrente del puesto de diarios de De Vita, en la esquina de Bustos y Olmos, en Parque Barón. De acuerdo a la filmación, se bajó, caminó unos pasos, sacó un arma que tenía en la cintura y lo acribilló de cinco balazos.

Desde un principio, la principal hipótesis que manejaban los investigadores como posible móvil del crimen fue la de una venganza a raíz de que el fallecido habría tenido una relación amorosa con la ex pareja de Mosevich, lo que habría motivado la reacción del sospechoso.

Por su parte, desde el entorno familiar del fallecido, manifestaron a este medio que el sujeto procesado, "siempre le decía que lo iba a matar".

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“Muchas veces mi papá me contó que él (Mosevich) lo perseguía y le decía a la novia que lo iba a matar”, expresó Agustina De Vita, la hija del diariero asesinado.

De acuerdo al relato de Agustina, su padre había comenzado un vínculo amoroso con la ex de Mosevich hacía cuatro años. Durante ese tiempo, el acoso y las amenazas del supuesto homicida habrían sido una constante. “Cuando este hombre se enteró, se volvió más loco de lo que era”, recordó.