Martín Echeverria, el padre de Iván Echeverría, el joven asesinado por motochorros durante un intento de robo ocurrido en agosto de 2018 en Parque Barón, rechazó que los dos detenidos por el hecho sean víctimas de "una causa armada", tal como lo manifestaron la semana pasada los familiares de ambos, durante una manifestación en los Tribunales de Lomas de Zamora.

"Me parece bien que defiendan la inocencia de sus hijos, pero no me parece correcto que falten a la verdad, porque no son víctimas de una causa armada, como dijeron, ni son ningunos perejiles", afirmó el papá de la víctima en diálogo con el programa Política del Sur.

Además, consideró que "si fueran inocentes, no estarían amenazando a los testigos", en relación a las amenazas que habrían recibido quienes aportaron información, de parte del entorno de los sospechosos.

Según contó, las capturas de los dos se concretaron luego de cuatro años de investigación, ya que habrían sido apuntados por la Justicia al inicio de la causa. "En ese momento, no había nada para que los tuvieran detenidos. A uno lo dejaron libre por tenencia de armas y el otro está detenido por la venta de droga. Nenes de pecho no son", aseguró Martín.

"No tienen nada que ver en la causa, son dos perejiles. No hay pruebas, no hay videos, no hay nada", había afirmado una amiga de la familia de los detenidos, durante una charla con Política del Sur, mientras se manifestaban en la puerta de los Tribunales de Lomas de Zamora para pedir la liberación de ambos. "Agarraron a estos chicos, les armaron una causa y ellos no tienen nada que ver", manifestó.

Se trata de dos jóvenes, identificados como Lucas Pelaez y Jaime Federico Michel, quienes permanecen tras las rejas en el marco de la investigación por el asesinato cometido hace más de 4 años en Parque Barón. Los dos están imputados y cumplen prisión preventiva, tal como lo dispuso la Justicia de Lomas de Zamora a principios de septiembre, por lo que podrían continuar en esa condición hasta el juicio.

El crimen

El hecho ocurrió en agosto de 2018, cuando la víctima, de 19 años, terminaba de cargar nafta en la estación de servicio ubicada en Juan XXII y Madrid, donde fue abordado por dos delincuentes que lo amenazaron con un arma de fuego para robarle la moto.

El joven se habría resistido al asalto y recibió un disparo en el pecho que terminó con su vida. Los atacantes huyeron sin concretar el robo y eran buscados desde ese entonces.

Por su parte, el entorno familiar comenzó con el reclamo de justicia que sigue vigente hasta ahora para impedir que el homicidio quede impune.