martes 23 de abril de 2024 - Edición Nº1966

Lanús | 10 ago 2022

TRABAJADORES MUNICIPALES

Un verdadero “Juego de Tronos” entre Pedelhez, Chazarreta y Pintos jaquea la estrategia electoral de Grindetti

Los tres gremios municipales juegan a dividir el mapa. La correlación de fuerzas está discutida. Hay acusaciones de todo tipo. Hay ganadores y perdedores. Grindetti (sin experiencia), cree poder manejar esta guerra pero una futura “unidad en acción”, lo amenaza.


Por: Ricardo Carossino

Si algo quedó en evidencia luego del encontronazo del intendente de Lanús, Néstor Grindetti, con los trabajadores municipales, es que (más allá de la inexperiencia operativa que mostró el jefe comunal), el gremio que conduce Miguel Pedelhez, ha perdido el protagonismo que otrora pudo exhibir.

El Sindicato de Trabajadores Municipales de Lanús (STML) supo ser el poder hegemónico dentro del municipio y desde allí una de las patas políticas más importantes de la vieja federación que condujo hasta hace muy poco el histórico porteño Amadeo Genta (cada vez más cuestionado por la obra social y el mismo gremio).

Precisamente, la inexperiencia de Grindetti en estos temas, deviene si se quiere de una aceitada relación que supo tener con Genta cuando fue ministro de Economía de CABA. En su gestión porteña nunca tuvo que lidiar, ni con la inflación (que fue del 18,3% al 26% entre 2007 y 2015) ni con más de un gremio por obra y gracia del gran Genta.

LEER MÁS: Se fractura la vieja federación municipal: gremios díscolos dialogan con la FESIMUBO

Hoy, ese lustre gremial que hacía brillar al gremio, se opaca. Las necesidades, los reclamos, las actualizaciones doctrinarias, las conducciones y los años, fueron evidenciando un anquilosamiento en el gremio y eso posibilitó la gestación de nuevos líderes que dividieron el mapa de Lanús.

Culpas ajenas, culpas propias y culpas compartidas produjeron nuevas generaciones de dirigentes que inevitablemente segmentaron en tres a los representantes de los trabajadores municipales: el STML de Pedelhez, el Sindicato de Empleados Municipales de Lanús (SEMLA) y ATE.

Considerando que en el poroteo tal vez el STML tenga una ventaja, lo cierto es que desde hace un tiempo empezó a tener una sangría de afiliados. Este hecho hace que su conducción empiece a perder brillo interno.

El SEMLA que conduce Susana Chazarreta empezó a validar una nueva conducción y un nuevo liderazgo que viene acompañado por una política gremial dirigida por el titular de la federación bonaerense (FESIMUBO), y aquí radica la diferencia.

La sangre nueva de Rubén “Cholito” García tiene el beneficio de aparecer para torcer la correlación de fuerzas con el histórico reclamo a una vieja federación que adscribió a políticas de precarización laboral para los trabajadores de la mano de la nefasta Ley Atanasof (11.757).

En esa federación bonaerense empiezan a cambiar las conducciones, como también pasa con el virtual retiro del mayor líder de este sector, el ex titular del gremio de CABA, Amadeo Genta. Así, con una nueva conducción en CABA (Alejandro Amor) y con una nueva conducción en la FSTMPBA (Humberto Bertinat por Oscar Ruggero), el mapa de poder interno ya muestra fisuras.

Una nota de Política del Sur reflejó este panorama hace pocos días. El informe aclara que los líderes municipales José Luis Núñez (Merlo); Ariel Collia (Tres de Febrero); Marcelo Espíndola (Moreno); Cristian Carrizo (Navarro); Pablo Zuccolli (Dragado); Juan Monasterio (Marcos Paz) y José Montero (Baradero) decidieron separarse de la vieja federación y que la FESIMUBO ya empezó el diálogo para nuclearlos.

Este mismo escenario contempla Lanús, donde el gremio de Chazarreta ha conseguido beneficios que le habían sido negados al gremio de Pedelhez, hoy muy cuestionado por propios y ajenos.

Pintadas y denuncias por doquier manchan al gremio, y más allá de que puedan o no ser verdades porque son anónimas, lo cierto es que se le empiezan a animar a Pedelhez y eso no puede pasar desapercibido para quien pretende ser un líder hegemónico.

En medio de las últimas paritarias en un año complejo por el escenario inflacionario que ronda el 80% anual, se dijo de todo y esa segmentación gremial que favoreció a algunos, perjudicó a otros.

LEER MÁS: “ATE no existiría si no fuera porque los intendentes le dan el aval contra la Fesimubo”

Si hay que señalar perdedores políticos, sin lugar a dudas son Pedelhez y Grindetti. La guerra personal entre ellos dos, permitió a un gremio minúsculo como ATE cobrar protagonismo y a un intendente sin experiencia en momentos de tensión social, terminar por doblar su brazo derecho ante la presión de los tres sindicatos.

Al cabo, con su diatriba del “diálogo”, Grindetti jugó a otra cosa (bastante más agresiva) y terminó dando marcha atrás para sentarse con quienes le golpearon la puerta de la Municipalidad, incluido ATE, que amenazó con mover la manada comandada por un poderoso bonaerense como Oscar De Isasi.

En esta batalla, cuando el gremio de Pedelhez comandó el primer gran reclamo con un paro contra Grindetti, el sindicato de Chazarreta mostró los dientes ante las acusaciones y sacó un documento donde dejó en claro su postura.

“Nosotros no rechazamos la lucha. De hecho, estuvimos siete años peleando en la calle por la Ley 14.656 y recordamos que mientras sufríamos la represión, otros (por la FSTMPBA) iban a llorarle a legisladores para que la ley no salga”, dice el documento del gremio nucleado en FESIMUBO.

Quien terminó sentado con el SEMLA y el STML fue Grindetti que, aún tratando de exhibir un poder que no tiene, desafió a ATE sin aclarar que los llamó para charlar y que devolverá los días descontados del paro. Punto a favor para su secretario general, Walter Pintos.

LEER MÁS: Desde ATE advierten que Grindetti "está fuera de la realidad"

Consultado por Política del Sur radio, al respecto de la presencia de ATE en la lucha gremial de municipales, el secretario de Finanzas del STMLZ, Oscar Canteros, aseguró que es “ínfima” la presencia de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) entre los municipales aunque criticó que “han generado conflictos”.

“Ellos tienen ámbito por ley, pueden afiliar a municipales. Han generado conflictos entre los trabajadores, no aportan para nada. ATE no existiría si no fuera porque los intendentes le dan el aval en contra de la Fesimubo”, disparó.

Son tres gremios que pelean entre sí para crecer en poder, son tres gremios que pelean entre sí por la representación, son tres gremios que pelean entre sí y se denuncian unos a otros. Se cruzan panfletos donde se tratan de traidores, de serviles, de amigos de Grindetti y al cabo cada uno intenta despegarse de esas acusaciones que nunca terminan por demostrarse.

Pero al cabo, el principal problema en 2023 puede ser para Grindetti, que, si “opera” mal su estrategia política en ese terreno (divide y reinarás no es para cualquiera), corre el serio riesgo de ser volteado por la famosa “unidad en acción”, más allá de que algunos gremios jueguen a unir y otros a dividir.

 

 

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias