Si hay algo que dejó al descubierto la pandemia es que el “quedate en casa” no es igual ni una posibilidad para todos. El caso de Villa Azul, en Quilmes, o el barrio Cabezas, en Berisso, dejó en claro que las condiciones de hábitat y vivienda en la Provincia debían ser revisadas y reorganizadas de manera inmediata, en especial con el estallido sanitario.

En ese marco se inscribe la tarea del Organismo Provincial de Integración Social y Urbana (OPISU), desde donde señalan que el trabajo interministerial y con actores de la comunidad en los barrios populares es clave para poder desarrollar los programas y obras que puedan mejorar la calidad de vida de millones de personas.

 

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“La pandemia no cambió nuestros planes de gestión pero en los barrios populares fue más cruda, tuvimos diferentes estrategias de acción comunitaria, estuvimos destinados a coordinar los comité de emergencia con otros sectores, sumado al trabajo propio de mejora habitacional”, marcó a Política del Sur la directora del OPISU, Romina Barrios.

Este organismo trabaja bajo la órbita de la Jefatura de Gabinete de Ministros, que conduce Carlos Bianco, y tiene el objetivo de promover la integración urbana, social y productiva de las villas, asentamientos y bonaerenses con el objetivo de que quienes allí viven puedan contar con el acceso a un hábitat digno y justo.

“Recibimos una provincia en emergencia a la que le sumamos esta pandemia, nuestro organismo había sido pensado desde otra perspectiva y adolecía de capacidad institucional para abordar los objetivos que tenemos en obras y mejora del hábitat, así en un trabajo articulado con los ministerios, los municipios y las organizaciones de la comunidad fuimos elaborando los programas y formamos un equipo para poder abordarlos”, marcó la funcionaria.

 

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En ese marco, el avance en los programas y obras que tienen que ver con viviendas, saneamiento, y programas de índole productivos, sociales y ambientales buscan que esas desigualdades que quedaron expuestas en su totalidad en pleno desarrollo de la cuarentena a nivel nacional, se puedan ir resolviendo.

“La provincia se detuvo en agosto de 2019 y esto significó que administrativamente todo lo que estaba en marcha quedara trunco porque se dejó de pagar a proveedores y obras, tuvimos que hacer un proceso de reactivación y nos encontramos con obras mal diseñadas. En los temas de habitabilidad esto se hace crucial porque trabajar en la mejora de un hábitat que ya está construido y muchas veces en terrenos que no estaba preparados para ello requiere de un trabajo técnico y no hemos encontrado ni una sola obra que no haya tenido que ser rediseñada”, marcó Barrios.

En ese contexto, junto con Bianco estuvieron de recorrida por Villa Porá en la localidad de Lanús, que tiene una superficie de 10,16 hectáreas y una población aproximada de 1.355 habitantes, distribuidos en 324 viviendas. Allí, los funcionarios hallaron una serie de problemáticas que, marcaron, se repiten en casi todos los barrios.

“En Villa Porá hay una red de agua primaria y secundaria, se había iniciado la secundaria primero, la otra no se había resuelto, entonces tuvimos acompañamiento de Aysa para que esas conexiones se puedan dar porque esa obra va a servir para Avellaneda también, y así con todo lo que hemos recibido. Es lamentable porque uno no viene a tirar la borda lo que se hizo antes, además en el medio están las expectativas de los vecinos, pero en función de eso hemos ido reformulando los objetivos”, sostuvo.

 

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Así, el trabajo con las y los intendentes resulta clave para poder llevar a cabo esos programas dado la competencia en el territorio y el trabajo diario con los vecinos y actores de la sociedad civil que están presentes en los barrios.

“Desde el primer día la instrucción del gobernador y el jefe de Gabinete ha sido trabajar con los intendentes. La Provincia y Nación tienen la responsabilidad de abordar proyectos que sabemos que probablemente no se concluyan en una gestión, por eso la enorme responsabilidad de poder encontrar entre todos que ese proyecto pueda ser apropiado por la comunidad y ser continuado más allá de las gestiones, por eso es clave el trabajo en conjunto”, marcó la funcionaria.

Por caso, destacó la decisión del Frente de Todos de “poner en valor la política de hábitat” junto con los programas que contemplan la organización de las diferentes regiones y comunidades locales.

“Esa es la manera de avanzar, hay un entendimiento de que es necesario porque la desigualdad no se soporta, duele y es condición necesaria la inclusión en salud, educación, trabajo pero, en los barrios populares, también se requiere de la mejora en términos de hábitat para lograr ese círculo virtuoso, esas necesidades profundas y ha habido una mirada de las áreas del Estado que es prioritario y la pandemia lo reveló de la manera más cruda”, concluyó.