viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº1969

Lanús | 6 jul 2020

PANORAMA POLÍTICO

Zoom a la ruptura peronista

El intendente lanusense, Néstor Grindetti, tuvo su rendición de cuentas con la ayuda de dos ausencias de la oposición. El Partido Justicialista local se reunió virtualmente para cuestionar el acompañamiento. Allí volvió a estallar la interna que parece herir a todos con sus esquirlas.


La pandemia del coronavirus y la cuarentena preventiva hizo que la aplicación Zoom llegara a la vida cotidiana de todos, incluso a la actividad legislativa y partidaria. A través de esta vía, el Concejo Deliberante de Lanús realizó la sesión extraordinaria en la que se trató la Rendición de Cuentas Municipal del ejercicio 2019.

Si bien el peronismo tiene mayoría legislativa entre todos sus bloques, no la pudo ejercer en el recinto (virtual, en este caso), ya que contó con dos ausencias: Héctor Montero, de Concertación Peronista, y Sebastián Beroldo, del Frente Renovador.

Según pudo averiguar Política del Sur, el edil massista no pudo asistir a la sesión por motivos personales. Montero sí estuvo e hizo una argumentación explicando su rechazo a la rendición de cuentas. Luego, amparándose en el artículo 88 de la Ley Orgánica de las Municipalidades, se retiró de la sesión (o sea, del Zoom), previo a la votación del expediente.

Frente al empate por once a once, la aprobación de la rendición de cuentas del intendente Néstor Grindetti fue garantizada por el voto doble del presidente del Concejo, Marcelo Rivas Miera.

Internas virtuales

Al día siguiente de la votación, las redes sociales del bloque Partido Justicialista (PJ)-Frente de Todos emitieron un comunicado firmado por el presidente del Consejo de partido de Lanús, Darío Díaz Pérez, en el que se repudió a Montero por no votar en contra de la rendición de cuentas.

Ese mismo día se realizó una reunión vía Zoom del Consejo del PJ lanusense, en el que participaron varias de sus autoridades. Según pudo reconstruir este medio, el cónclave tenía por objetivo apuntarle a Montero. Allí, Díaz Pérez cruzó duramente a su ex jefe de bloque por no hacer constatar su voto negativo.

El edil le habría respondido que él y Karina Nazábal, actual concejal y esposa de Díaz Pérez, cuando eran senador y diputada provincial, respectivamente, acompañaron los presupuestos y los endeudamientos de la ex gobernadora María Eugenia Vidal y no sacaron ningún comunicado ni repudio.

El vínculo entre el exintendente y el concejal ya había tenido una fuerte crisis cuando Montero decidió armar su bloque propio alejándose del Frente de Todos-PJ, bancada en la que sólo quedó Nazábal. Algunos sectores peronistas descreían del distanciamiento de Díaz Pérez y su ex jefe de bloque y lo veían como una “rosca” planificada por el odontólogo.

Sin embargo, la derivación inesperada fueron los cuestionamientos que recibió el exconcejal Jorge García, al que se lo acusó de estar próximo a sumarse al Ejecutivo municipal de Cambiemos. Según se pudo averiguar, esto ya es un hecho.

García formó parte del Ejecutivo municipal durante la gestión de Díaz Pérez y en 2015 integró la lista de concejales del Frente para la Victoria. No pudo renovar su escaño en 2019. “Darío lo dejó tirado. Se enteró por los diarios que no iba a ser candidato”, señaló una voz del peronismo.

Así como con los dichos del concejal de Cambiemos Omar López en los que anunciaba su intención de ir por la conducción del PJ, algunos ven detrás de la llegada de García al Ejecutivo la mano del jefe de Gabinete municipal, Diego Kravetz.

Según relataron, también el vicepresidente del PJ, Ismael Alé, reprendió a Montero y a García. Este último también tuvo un cruce con el exprecandidato a intendente por Consenso Federal, Hernán Lakota.

Este último fue apuntado cuando algunos de los presentes, en aras de apaciguar los ánimos, señaló que si se tomaban medidas disciplinarias con Montero o García, también se tendría que haberlas tomado con Omar López, que integró la lista de Grindetti, o el propio Lakota, que jugó con el espacio de Roberto Lavagna. “Si hay que sacar un comunicado por cada uno, hay que echar a todos y no queda nadie”, indicó uno de los participantes del Zoom.

Finalmente, esa reunión derivó en un segundo comunicado, ya no centralizado en el nombre y apellido de Montero, sino en la crítica a la rendición de cuentas y acusando al Ejecutivo de subejecutar partidas destinadas a Desarrollo Social, entre otras áreas.

“Todo esto habla de la falta de horizonte del PJ, que se ve en que se perdieran cinco elecciones seguidas”, sintetizó una voz del peronismo de Lanús. Este y otros consultados más dejaron planteada la pregunta de por qué no se levantaron de la sesión los otros once concejales, se caía  y se la dejaba en suspenso hasta que pudiera contar con el voto del ausente Beroldo.

Otra pregunta que quedó en el aire y que apuntó al otro sector del peronismo, el ala kirchnerista que no está dentro del PJ, referenciado en los excandidatos a intendentes Edgardo Depetri y Julián Álvarez, cuyos dirigentes salieron a cruzar a Montero, que ya anunció que no renovará su mandato, o Díaz Pérez, señalado como uno de los responsables de las distintas derrotas, y no a Beroldo.

Decíamos semanas atrás en esta columna que para el bloque de Cambiemos en el Concejo era beneficioso contar con el respaldo de votos peronistas, ya que se estaba por votar la rendición de cuentas. En esa oportunidad, se aprobó la licitación a favor de la empresa Blue Mail con el acompañamiento de las concejalas del Frente Renovador, Ana Laura Rodríguez y Marcela Fernández, y Montero. Ese episodio pudo ser el modelo a escala de lo que sucedió el lunes pasado con el aval al resumen de gastos e ingresos de Grindetti.

En un año no electoral, lo que sucede en el ámbito legislativo domina la agenda política. Sin tener el poder, principal ordenador de cualquier espacio, el peronista continúa con su interna, que no termina de dejar heridos en su camino.

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