La Justicia dictó la prisión preventiva para Calixto de Jesús Ojeda, acusado del crimen de Sebastián Figueroa, el colectivero de la línea 605 asesinado a puñaladas en Glew. Sin embargo, su defensa se opuso a la medida.

Fuentes judiciales indicaron a Política del Sur que el abogado del imputado apeló el fallo, por lo que el caso pasó a la Cámara de Apelaciones interviniente, que deberá resolver la situación del hombre de 57 años que fue apresado el mismo día del hecho, ocurrido la noche del 15 de octubre pasado.

Para las autoridades del caso, no hay dudas sobre la autoría del homicidio, atribuido a Ojeda, filmado por la cámara de seguridad de la unidad manejada por la víctima, donde se lo ve cometer el sangriento asesinato cometido con un arma blanca.

Durante su citación a indagatoria, se negó a declarar en primera instancia. Sin embargo, la que sí habló fue su esposa, citada como testigo clave. Fue ella misma quien confesó a la Policía que había engañado a su marido con "Gamuza" (43), lo que motivó la venganza del homicida, que descubrió la infidelidad, y habría planeado la agresión.

"Feliz cumpleaños, y ojalá que todo mejore, que solo sea una tormenta pasajera y volvamos a estar más fuertes que nunca. Te amo, ojalá hayas pasado un lindo día, mi amor", escribió en su perfil de Facebook, cuyas palabras fueron acompañadas con una foto junto a él y sus hijos. El mensaje dejaba entrever que estaban atravesando una crisis.

El ataque tuvo lugar en la calle Pereyra, entre Presa y Rojas, donde el chofer manejó varias cuadras, hasta que fue trasladado en el mismo colectivo al hospital Cecilia Grierson de Guernica, donde los médicos constataron su fallecimiento a causa de las graves heridas.

El caso se encuentra en manos del fiscal Juan Manuel Baloira, titular de la UFI 3 descentralizada del Polo Judicial de Almirante Brown.