jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº1968

Policiales | 1 sep 2022

TRIBUNALES

El juicio por el crimen del diácono de Temperley ya tiene fecha

La Justicia confirmó la nueva audiencia para juzgar a los dos acusados, que están detenidos.


TAGS: JUICIO, DIÁCONO

El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Lomas de Zamora confirmó una nueva fecha de inicio del juicio oral por el crimen de Guillermo Luquín, el diácono de la Diósesis lomense asesinado a golpes en junio de 2019 en su casa de Temperley.

Fuentes judiciales informaron a Política del Sur que los acusados Roberto Javier Céspedes y Leonel Iván Martínez, quienes cumplen prisión preventiva por el hecho, serán juzgados a partir del 4 de octubre.

Estaba previsto que la primera audiencia se desarrollara el 2 de junio pasado. Sin embargo, se postergó debido a que uno de los imputados habría solicitado a último momento la intervención de otro abogado defensor para el juicio.

Ambos detenidos están imputados de “homicidio en concurso real con robo agravado” por el asesinato del hombre de 52 años.

El crimen

La víctima había sido encontrada sin vida por un sobrino durante la mañana del domingo 9 de junio, aunque los presuntos autores fueron detenidos días más tarde, luego de entregarse ellos mismos, aparentemente, al verse cercados.

Días después del asesinato del hombre de 52 años, los dos sospechosos se acercaron por sus propios medios a la Comisaría de Villa Galicia al verse cercados por la Policía, que llevaba a cabo diferentes allanamientos para dar con ellos. Es que las pericias realizadas en la escena del crimen arrojaron como resultado el ADN de ellos en varios elementos hallados en el lugar.

Previo a su entrega, uno de ellos se filmó relatando lo que habría ocurrido en la noche del homicidio, donde según su versión de los hechos, se habría resistido a un intento de abuso de parte del religioso, a quien acusó incluso de haberlo acosado desde que tenía 15 años. Esta misma teoría fue ratificada a grandes rasgos durante su declaración indagatoria ante los fiscales Gerardo Mohoraz y Carlos Baccini. No obstante, los investigadores desestimaron estos dichos y consideraron que mataron a la víctima para robarle.

Luquín, quien era un referente religioso para la comunidad católica de la región, fue hallado sin vida, desnudo y envuelto en una sabana en su cuarto de su casa ubicada en Bombero Ariño 829 con signos de haber sido degollado. Tras conocerse los resultados de la autopsia realizada al cadáver, estas pericias determinaron que tenía un fuerte golpe en la cabeza y un corte profundo en la garganta.

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