Luego de un giro inesperado en la causa, la madre de una niña de 10 años asesinada a puñaladas hace más de tres años en Longchamps fue acusada por la fiscal Fabiola Juanatey como sospechosa del terrible hecho que todavía permanece impune a pesar del paso del tiempo.

Este jueves, un grupo de amigos y familiares de la víctima se presentaron en Tribunales de Lomas de Zamora para pedir por la inocencia de la mamá de Joselín Nayla Mamani, la niña a quien mataron de 30 puñaladas en su casa del barrio 14 de Febrero.

"La madre tiene que ir a las pericias psicológicas para luego acudir al juicio. Ese día, ella fue al banco y dejó a su hija sola en su casa, al llegar, se encontró con su hija fallecida. Se cree que podría haber sido un vecino", contó Yenuen Díaz al programa Política del Sur.

#Policiales | Yunuen Díaz 🗣"La madre tiene que ir a las pericias psicológicas para luego acudir al juicio. Ese día, ella fue al banco y dejó a su hija sola en su casa, al llegar, se encontró con su hija fallecida. Se cree que podría haber sido un vecino".

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— Política del Sur (@PoliticaDelSur1) August 18, 2022

De acuerdo a lo relatado por Yenuen, Zaida Mamani, la madre de la nena, es una sobreviviente de un intento de femicidio ya que su ex pareja, quien era investigada por el crimen, había intentado matarla. Sin embargo, esta persona habría sido absuelta y ahora la principal sospechosa sería la mujer.

"La madre decía que podria haber sido su ex pareja. Él es el principal sospechoso. En inicios del caso, lo llamaron a declarar, pero no le hicieron pericias psicológicas y tiene denuncias de sus ex parejas", señaló la entrevistada.

El hecho

Tuvo lugar el 7 de enero de 2019 en la vivienda que la víctima compartía con su madre en Longchamps. Cuando Zaida, la madre de la víctima, retornó a su hogar luego de hacer las compras, halló a su hija tirada en el suelo de la cocina con 32 heridas de arma blanca en su cuerpo, 17 en la cara, según indicó la autopsia practicada en la morgue del Departamento Judicial de Lomas de Zamora. 

Un posible robo quedó descartado ya que no se detectó desorden ni faltaban objetos de valor, pero sí desapareció un juego de llaves que la mujer había dejado en la mesa de la cocina antes de salir.