Organizaciones sociales y feministas, familiares y amigos de Joselín Mamani, la niña de 10 años a quien asesinaron de 32 apuñaladas en su casa, se movilizaron desde la estación de Adrogué hasta la puerta de la Intendencia para exigir justicia y pedir avances en la causa que investiga su muerte.

Transcurrieron 17 días desde que Joselín, oriunda del barrio 14 de Febrero, de Longchamps, fue brutalmente asesinada en su propia casa, cuando su mamá se encontraba realizando trámites en el banco. El femicida, que ingresó a la vivienda sin dificultades y sin ser visto por los vecinos, hoy sigue impune.

Ayer, la mamá de Joselín, Saira Mamani, quien estuvo al frente de la movilización con un cartel en sus manos con la imagen de su hija, exigió a los representantes del Municipio que cooperen con el hallazgo del asesino para que la causa pueda avanzar en la Justicia.

Entre sollozos, la madre suplicó al intendente local, Mariano Cascallares, que “por favor, apriete más a la Fiscalía para que aparezca el asesino y pague lo que tenga que pagar”. Y añadió: “Yo sé que me está ayudando, y creo en sus palabras, pero necesito que apriete un poquito más. No puede ser que no se sepa nada, por eso estoy acá en la puerta”, expresó.

“Me arrebataron a mi bebé, no es justo, no me voy a quedar de brazos cruzados”, aseguró, entre aplausos y abrazos de consuelo frente al edificio de la Intendencia.

Asimismo, en comunicación con Política del Sur, remarcó que si bien “hay sospechas, no hay resultados” hasta el momento sobre el presunto culpable.

Los investigadores sospechan de la expareja de la madre de la víctima y del hijo de éste, con el que la mujer también tuvo una relación. Por esa razón, ambos quedaron imputados pero en libertad mientras se recolectan más pruebas. La autopsia realizada a Joselín arrojó que recibió 17 puñaladas en el rostro y otras 15 en la espalda con un cuchillo.

La madre también indicó que este miércoles realizó un “pedido de restricción” para su expareja, Carlos Correa (44), con quien hace pocos meses cortó la relación, la cual -contó- era conflictiva. No obstante, prefirió no poner las manos en el fuego ante esa posibilidad.

Y finalizó: “Si tengo que hacer marchas o dar vueltas y vueltas, lo voy a hacer”, determinó.

El caso de Joselín es alarmante, pero no es un caso aislado. En lo que va del año, la organización feminista MuMaLá y la Casa del Encuentro informaron que sólo en el primer mes del 2019 hubo 16 femicidios, incluido el de la niña de Longchamps. De esta forma, se calcula que hay un femicidio cada 34 horas en nuestro país.

Desde los movimientos feministas que ayer acompañaron a la madre y familiares de Joselín, apuntaron: “Acompañamos a su mamá para que ella sepa que no está sola, y que el Estado se tiene que hacer responsable de cada muerta que hay todos los días por el patriarcado y el capitalismo.”