Por: María Belén Robledo

El Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Mara Ruiz Malec, fue uno de los que tuvo mayor protagonismo en el último año y medio en el marco de la pandemia, dado que producto de los cierres para evitar el colapso del sistema sanitario, muchas personas vieron en riesgo sus empleos, por eso, el desafío fue intentar conservar la mayor cantidad posibles y apostar por recuperar los perdidos.

En diálogo con Política del Sur, la ministra destacó los programas que se aplicaron en ese sentido junto con los de la Nación y el trabajo activo para resguardar los derechos laborales de las y los trabajadores en el contexto de la crisis sanitaria y poder preservar la mayor cantidad de puestos.

Además, resaltó la vocación de diálogo que existe entre la Provincia y los gremios que representan a las y los empleados del Estado y aseguró: “queremos lo mismo: mejorar la vida de los trabajadores y trabajadoras”.

 

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-¿Cómo evalúan el efecto de los programas elaborados para poder sostener el empleo en pandemia?

-El año pasamos lanzamos un programa de asistencia al salario, la idea era que fuera complementario al ATP; tuvimos muchas empresas alcanzadas por este y eso hizo que podamos ayudar a los casos que habían quedado afuera del mapa de la ayuda nacional, como actividades que no estaban en el ATP o que habían tenido dificultades, empresas muy chicas que no conocían la dinámica. Este año cambiamos la lógica para abarcar un poco más, levantamos algunos requisitos de incompatibilidad con quienes tuvieron el ATP y poder focalizarlo mejor.

Nuestra primera ayuda para sostener el empleo tiene que ver con ser el espacio de diálogo social y el Ministerio que resguarda los derechos laborales. Hemos intervenido mucho en problemas por el pago de salarios, de aplicación de protocolos contra el Covid, en casos de despidos y ahí es donde estuvimos muy activos para prevenir perdidas laborales que a largo plazo termina siendo perjudicial para las empresas porque se desprenden de trabajadores valiosos, cuando a través del diálogo se pueden llegar a acuerdos para preservar la relación y no terminarla en un momento difícil para todos.

 

-Entonces, ¿el balance es positivo?

-Sí, bastante. Tuvimos pérdida de puestos formales pero en valores similares a los de 2019 siendo que la crisis del año pasado por la pandemia fue mucho mayor… Se notó mucho la diferencia entre un Estado presente y uno ausente, es abismal. Por lo que fue la caída de la actividad económica, el empleo tendría que haber caído 3 veces más y en la Provincia tuvimos menor caída que otras provincias del país, lo que muestra que hubo un Ministerio nacional y provincial muy presente.

 

 

-.En adelante, ¿cuáles son las expectativas para el crecimiento del empleo genuino y la recuperación de los puestos que se perdieron?

-Hay algo que va a ir sucediendo de manera natural y es que en la medida que la vacunación siga avanzando a este ritmo fenomenal y podamos ir retomando una vida más similar a la normal, muchos se van a ir recuperando. El gobierno nacional se puso como objetivo que crezca el salario real, hay un montón de programas que funcionaron para suplir ingresos. Hay algo de ingreso dando vueltas que sería bueno reforzarlo y hay muchas medidas que van en ese sentido y otros sectores, como gastronomía o turismo, que creemos que se va a ir reactivando en la medida que se avance con la vacuna.

Tenemos muchos programas que tienen que ver con parques industriales, con apoyo impositivo, con modernización tecnológica, tenemos mesas sectoriales para discutir algunas políticas específicas, estamos apostando mucho a la formación laboral porque sabemos que muchas personas que hacían changas no van a poder recuperar su actividad y creemos que es una oportunidad para formarse y buscar un empleo de mayor calidad. Hasta ahora estuvimos sosteniendo, ahora vamos a políticas más proactivas, focalizadas.

 

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-¿Cómo trabajan sobre la problemática del trabajo no registrado?

En cuanto al trabajo no registrado tenemos dos herramientas, una es la fiscalización que la estamos reordenando porque estaba muy abandonada en la Provincia; y por otro lado, programas que fomentan la formalización, los de ayuda al pago de salario tienen la idea de que las relaciones sigan siendo formales, estamos con una moratoria por faltas laborales para pymes, y las grandes empresas que fueron muy afectadas por la pandemia, así pueden ponerse al día y que de aquí en adelante puedan seguir cumpliendo.

 

-¿Cómo vienen las conversaciones con los gremios que representan a las y los trabajadores del Estado?

-Tuvimos una reunión la semana pasada donde se hizo una evaluación porque el primer trimestre fue bueno pero ahora tenemos un aumento en julio. El gobierno provincial está evaluando como seguir porque la inflación fue más alta de la esperada, eso implica evaluar el próximo aumento y empezar a evaluar qué es lo que sucede a lo largo del año. No teníamos una paritaria del todo cerrada porque había una rediscusión para noviembre, vemos que va a costar llegar y hay que recalcular pero es un poco pronto para pensar el cierre del año, estamos evaluando si se propone algo para estos meses o si se rediscute todo el año.

 

 

-La diferencia en la relación con estos gremios respecto de la gestión anterior es notoria, ¿prevé que se siga sosteniendo de esta manera?

Creo que sí porque el objetivo de mejorar la vida de los trabajadores estatales es compartido, claro que la provincia va a tener limitaciones de recursos económicos y sus propias prioridades que tienen que ver también con mejorar la calidad de lo que la provincia hace en términos de empleo público, pero estamos bastante alineados en la idea de ir permitiendo que el salario real crezca porque es bajo todavía y mejorando la carrera también porque en la parte estatal es muy chata, uno entra y aunque se forme no lo ve redituado y estamos trabajando para cambiarlo.

Creo que vamos a seguir en un buen diálogo porque tenemos objetivos similares y porque tenemos vocación de diálogo, a nosotros como Ministerio nos toca mediar entre partes que tienen vocación de diálogo y es lo mejor que puede pasar, se usó mucho la palabra diálogo en la gestión anterior pero no se aplicaba para nada.

 

-En las crisis las más perjudicadas somos siempre las mujeres y disidencias, ¿cómo se trabaja para achicar esa brecha de género en lo laboral?

-Como vivimos en una sociedad patriarcal, la desigualdad penetra en muchos lugares y el problema de inserción laboral de la mujer tiene muchas aristas como que muchas veces no se forman o no se animan a inmiscuirse en oficios que son mejor pagos por considerarlos masculinos; que las empresas no las toman por sus propios prejuicios… Además, tenemos ramas muy masculinizadas entonces no hay muchas trabajadoras y por lo tanto no hay representación gremial, se va desarmando la cabeza de los secretarios generales del sindicalismo pero a la vez se necesitan mujeres en las bases. También está la cuestión de las tareas de cuidado y atraviesa este tema porque somos las que tenemos más carga de trabajo no remunerado y eso nos complica a la hora de formarnos y conseguir un buen trabajo, es otra pata que hay que trabajar muy fuerte.

 

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-¿Cuáles son los mayores desafíos del Ministerio de cara al futuro y la pos pandemia?

-Lo más importante es que el empleo que se genere en adelante sea digno, de calidad y con todos los derechos; que no precaricemos, tenemos que ir hacia más y mejores derechos. También profundizar las herramientas que son importantes para eso e involucrar a los trabajadores en la agenda productiva de la Provincia porque necesitamos distribuir mejor y también necesitamos crecer más, si no la agenda de la derecha nos va a llevar puestos y la idea es tener una mejor calidad de vida pudiendo producir más y mejor.