sábado 15 de junio de 2024 - Edición Nº2019

Provincia | 3 nov 2020

NEGOCIADO INMOBILIARIO

La Suprema Corte ratificó las condenas a los "Usurpadores Vip", la compleja banda que operaban en Las Lomitas y Adrogué

En tiempos en que las usurpaciones son moneda corriente en distintos ámbitos del suelo nacional -en muchos casos debido al obrar organizado de vivillos que se aprovechan del creciente déficit habitacional-, el máximo tribunal provincial a través de un extenso fallo puso coto definitivo al accionar de un grupo de personas que utilizaban para ello sofisticados mecanismos para alcanzar sus fines.


A diez años del inicio de la investigación de la banda que operaba en las zonas más residenciales del Sur del Gran Buenos Aires por estafas y usurpaciones de inmuebles de alto valor económico, se confirmó la condena impuesta por el juez Correccional de Lomas de Zamora tras el juicio oral desarrollado en noviembre de 2017 a los integrantes de elenco: el empresario Eduardo Daniel “Dado” Salvadores, la abogada Rosana Paola “Rox” Capotosti y el comerciante Ricardo José “Ricky” Manestar. 

Las condenas se relacionan con diversos hechos comprobados a lo largo del juicio oral, entre los que se destacan el caso “Licenziato” (la falsificación de varios documentos -testamentos y documentos de pago- para poder quedarse con todos los bienes, incluidos las obras de arte de dicha artista plástica) y el caso “Henderson” (la usurpación de la vivienda de la británica que falleció en su domicilio de la Avenida Fernández al 300 en el Barrio Ingles de Temperley).

La obra pictórica de la artista plástica Nelia Licenziato fue recuperada durante dos allanamientos dispuestos en la causa penal. En uno de ellos, el hallazgo tuvo ribetes cinematográficos: más de 2000 pinturas más todos los elementos que usaba para realizar sus trabajos, estaban en un local contiguo a un galpón ubicado a escasos 20 metros de la casa de Salvadores, en Colón al 100 de Temperley, luego de que la policía derribara una falsa pared.

El lugar estaba acondicionado con estantes y aireación como para la preservación de las obras. En la causa se estableció que Salvadores pugnaba por venderlas. Según el juez del Castillo el policía Capuccio, que participó del allanamiento, lo relató clarísimo en el juicio: "parecía el botín de los nazis".

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En el allanamiento efectuado en la mansión de Salvadores se encontraron 35 de las mejores obras de Licenziato, que los tenía colgadas en todas las paredes interiores de la finca y hasta en los baños.


Según un relevamiento efectuado en el vecindario por Política del Sur, en la casa que perteneciera a Nelia Licenziato, ubicada en Amenedo 130 de Adrogué, reside desde hace varios años uno de los condenados por este caso -Ricardo Manestar- junto a su grupo familiar.

Las penas, inferiores a las solicitadas en sus alegatos por el fiscal Pablo Rossi y el abogado querellante Pedro Cruz Henestrosa, fueron de 3 años de prisión para Salvadores, 1 año y medio de prisión e igual tiempo de inhabilitación para ejercer la abogacía respecto de Capotosti, y de un año de prisión a Manestar.

Según se explicó a través de fuentes tribunalicias, ninguna de ellas será de cumplimiento efectivo, sino en suspenso, salvo la inhabilitación impuesta a Capotosti que deberá ser comunicada al Colegio de Abogados local.

 

Cómo actuaba la organización:


Según el juez del Castillo “Salvadores, sin ninguna duda, es el organizador y principal responsable de toda la maniobra. Es quien organiza, quien planea, quien tiene a disposición todos los recursos. El tono con el cual habla por teléfono, y su correlación con los elementos de prueba, claramente lo demuestran: es evidentemente dominante.

Es el que lleva adelante la acción, tiene y lleva el "timing", establece la estrategia, decide como actuar, decide a quien poner en la casa ( a una "negra metida ahí", según sus palabras), impone, obliga. Recrimina si no se lo atiende (ver la comunicación con Manestar ya transcripta). O como dijo él con sus propias palabras: es "el cerebro"”. 

“Capotosti coactuó dando información previa imprescindible para lograr la maniobra. No solo colabora con datos técnicos, es quien posibilita con su actuar la operación. Da información sobre el estado de la propiedad, establece posibles herederos, consulta los expedientes.

Pero su aporte no es solo "a ruego" de la organización, sino que permanente coactua e impulsa el actuar de los otros, ofrece recursos, da ideas, señala, activa, reactiva, exige. En definitiva, coactua”.

“En tanto que Ricardo Manestar es la "pata operativa", el que está "en el campo" , consiguió a la gente que en definitiva ingresó (Según palabras de Salvadores: "los boludos que puso Ricki", o "la negra que tenía metida ahí"), como para lograr el objetivo.

También intentó la relación con Batolo. Manestar fue el "eslabón de enlace". No fue él personalmente, porque era conocido en el barrio, pero fue quien consiguió a la gente para llevar adelante la acción.”

Durante la ardua pesquisa encarada por la Justicia lomense, se incorporaron diversas conversaciones telefónicas entabladas por los imputados que permitieron desentrañar las características de las maniobras. En una de las tantas conversaciones incorporadas a la causa se puede advertir de modo patente su modus operandi:


“Eduardo habla con su esposa que está en San Juan, y hablan sobre lo que tiene que averiguar a Santiago. Hablan sobre terrenos en aquella zona. Dice que Augusto tiene una lista de terrenos que le gustaron. Eduardo dice que pidan una plancheta de los terrenos que les interesan; que lo hagan en Catastro de la Municipalidad. Se pone al teléfono su suegra, Mabel, que es quien estuvo mirando terrenos sin ocupar.

Eduardo le dice que primeramente, tiene que ver si hay alguna boleta de impuesto que pueda haber tirado en la puerta, porque de ahí surgen los datos de catastro; después se puede pedir un certificado y así sabemos de quién es, y ahí sabemos quién, si no existe, si  está muerto; y ahí ya tenemos todos los datos para entrar. Yo se lo expliqué varias veces a Santiago, pero no lo entiende.

Hace un año que estoy jodiendo con los de la Municipalidad de acá; ahora el pibe, el que está en Catastro, que es el segundo de la Municipalidad, anda como loco buscando terrenos; es el capo, después del Intendente viene él. Empezó a entender lo que yo le dije. “Si supieras lo que hay …”. Yo te voy a explicar: la mera posesión, que nadie entiende lo que es.

El hecho de que yo rompí la puerta, entré . Después te voy a dar lo que es la ley. Te voy a conseguir, no terrenos, sino casas a vos Mabel. Vos no tenes ideas de lo que podes hacer. Te vas a empezar a entusiasmar. Vas a decir: no importa, pateo la puerta, y entro. Mabel se muestra muy interesada en el tema, y le dice las intensas averiguaciones que ha estado haciendo sobre terrenos desocupados.

Ella dice que acá no es común la usurpación. El contesta que será así por que no hay problemas de vivienda. Eduardo dice “entendé”: la ocupaste, la mejoraste y pensás: perdí la plata, pero no es así. Por eso me vuelve loco que la gente que está cerca de mí no trabaje, porque no saben lo que tienen; no saben que lo que yo se tiene un valor incalculable.

Eduardo le dice que “yo te peleo hasta con el hermano reclamándomelo, así imaginate lo que puedo hacer sin nadie”. “Yo no tengo límite”, agrega Eduardo”, al concluir la conversación con su suegra que reside en la ciudad de San Juan.

Esa conversación telefónica si no lo es, se parece bastante a un pequeño manual de instrucciones de la primera fase de la usurpación de inmuebles generalmente inhabitados. Porque, luego vienen las etapas de la ocupación ilegal -en la que suelen ubicar a gente con algún tipo de necesidad habitacional- y, finalmente, aquella que corona su accionar mediante la falsificación de documentos que le permita a la organización adueñarse en forma supuestamente legal de las fincas usurpadas.

 

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Todas esas fases quedaron sobre el tapete en distintas escuchas telefónicas, y durante el juicio oral presidido por el juez del Castillo, en particular con relación a la usurpación de la casa de la Avenida Fernández del Barrio Ingles de Temperley que perteneciera a Margaret Sheila Henderson:

“Ya entré boludo, ahí en la Avenida Fernández, se armó un quilombo porque puso a un boludo … estaba todo perfecto, hubo un error y dijeron un nombre que no tenían que decir: el mío; uno muy boludo, el más vivo que puso Ricky, que dijo: tenemos el más vivo, obviamente, era muy boludo; no, el contrato me lo hizo Salvadores, dijo”.

“Si boludo, se armó un quilombo, pero son los boludos de la cuadra y encima el forro que pusimos adentro me nombró …“estoy yendo a hablar con el comi; ya tengo todo arreglado; el boludo fue el que tengo adentro”… “si está viviendo una familia; tengo una negra metida ahí adentro; lo que pasa que ahora tengo que ver cómo armamos las cosas”.

Pero, en el caso de la finca en la que residiera Henderson y aunque lo intentó por distintos medios, la banda no pudo concretar la última fase. Y, tal como surge de la sentencia del juez del Castillo, ello se debió a que la Asociación de Beneficencia Británica y Norteamericana -que tenía un testamento de Henderson a su favor- hizo la denuncia por la usurpación a través del abogado Cruz Henestrosa, y rápidamente logró que la justicia penal le restituya el valioso inmueble.

El ingreso en la última fase -frustrada- se puede apreciar mediante una curiosa conversación telefónica entablada entre uno de los imputados y su tía:
TIA (T) – RICKY (R)
T:Hola    
R:Hola tía?
T: Hola Ricky!
R: Cómo te va?
T: Bien, y vos?
R: Bien bien bien bien; che, te hago una pregunta de de, de que justo estamos resolviendo con el tema de la casa de acá a la vuelta
T: si
R.: Eeeeh, pasame, pasame bien vos, a partir de cuándo te podes casar?
T. Yo nunca estuve casada, Ricky 
R.: Bueno, ya se, pero vos estuviste 
T: En pareja estuve hasta el año eeh
R: Porque yo, porque por ahí te perjudica en el quilombo tuyo
T: No, no, no hay problema; estuve hasta el ’90 parate 90, 2003
R: Hasta el 2003 estuviste con Miguel; 
T: Si
R: Ahí en el 2003 en adelante
T: Si si si

R: Bueno ahí vamos a ahora, ahora te voy a casar
T: Bueno.
R: Así, con ese muerto

T: Dale, sí, no hay probleeema
R: Igual, no le digas a mamá
T: Nada, vos sabes que yo no hablo de esas cosas con tu madre
R: Se armó un quilombo, se armó un quilombo
T: Vos lo sabes muy bien, muy bien, que yo siempre intento cambiar de tema cuando está tu madre, que ella quiera saber de todo y yo no le cuento nada; si yo se un montón de cosas Ricardo que jamás la va a saber ella
R: Después te después te cuento 
T: Vos siempre que hables conmigo, quedate tranquilo, vos no necesitas decirme nada, porque yo con ella no
R: Después te cuento la de al lado de tu casa
T: Bueno, Dale 
R: Ya es mía
T: Ay, ojalá, ojalá
R: La de Fernández
T: Dale dale
R: Bue después te cuento, porque no quiero hablar por teléfono
T: No, mejor mejor mejor

 

Más problemas para Salvadores

Por otra parte, en el mes de abril de este año y en plena vigencia de la cuarentena más estricta a raíz de la pandemia del Covid-19, el empresario fue sorprendido por autoridades policiales de la ciudad de San Juan transitando con su camioneta sin justificación alguna, ocasión en la que, además, se habría negado de someterse a un control de alcoholemia, por lo que se instruyó una causa penal por violación a los artículos 205 y 239 del Código Penal.

Finalmente, allí Salvadores fue beneficiado con una “probation” (https://politicadelsur.com/nota/59787/detuvieron-a-un-usurpador-vip-por-violar-la-cuarentena--debe-realizar-trabajos-comunitarios).

Además y como lo informó oportunamente Política del Sur, el empresario enfrenta otra causa penal a raíz de una maniobra en que habría incurrido en perjuicio de una socia con quien compartía la propiedad de una clínica para la atención de personas con discapacidad ubicada en el partido de Lanús.

El delito habría consistido en abusar de la firma en blanco de su socia estampada en un cheque que en 2010 fue llenado por un valor de 300 mil pesos, en el cual aparece como destinatario un allegado a Salvadores. Además, en esa misma causa, y como un desprendimiento de la causa “Licenziato”, a Salvadores se lo imputó del delito de asociación ilícita.

Si bien Salvadores fue condenado en la causa “Usurpaciones Vip” a la pena de tres años de prisión en suspenso, una nueva condena lo colocaría inevitablemente tras las rejas.

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