

La Justicia de Lomas de Zamora dictó la prisión preventiva para Federico Vega, el joven de 25 años acusado de cometer una brutal agresión ocurrida a fines de agosto en el interior de una vivienda del partido de Ezeiza. Su ex pareja, Débora Acevedo, sobrevivió de milagro a las 18 puñaladas recibidas en presencia de sus dos hijos menores de edad.
Fuentes judiciales señalaron a Política del Sur que el Juzgado de Garantías a cargo del caso dio lugar el viernes a la solicitud elevada por la fiscal María Lorena González, representante de la fiscalía descentralizada del mencionado distrito, especializada en casos de violencia de género.
De esta manera, el imputado por el intento de femicidio permanecería tras las rejas hasta ser juzgado en un juicio oral, una noticia que era esperada por la víctima, que se encuentra en su primera etapa de rehabilitación a raíz de las secuelas ocasionadas en su cuerpo por las terribles heridas que sufrió la noche del horror.
Vega, con quien convivió durante 5 años, ingresó por la ventana empuñando un cuchillo en la mano, y sin mediar palabra alguna comenzó a atacar a la mujer, que estaba durmiendo con sus hijos de 3 y 8 años y trató de defenderse cubriéndose con los brazos, aunque fue solo cuando se hizo pasar por muerta que su agresor dejó de agredirla.
Al considerarla sin vida, el acusado comenzó a autolesionarse delante de la niña que le pedía “papá, por favor no te mates, no quiero tener otro papá”.
La mujer de 27 años estuvo a punto de morir, pero las primeras 72 horas fueron claves en su evolución. Las heridas en los brazos, la cabeza y el tórax sanan de a poco mientras se encuentra en la casa de su madre, junto a sus hijos. Sin embargo, las secuelas no solo fueron físicas y por ahora recibe asistencia psicológica junto a los nenes que presenciaron el ataque.
Acevedo y Vega estuvieron dos semanas separados, pero la relación se había terminado meses antes, a pesar de que mantenían la convivencia en la casa de la localidad de La Unión, donde vivían con los dos menores. “Nunca me había agredido”, recordó Débora en diálogo con este medio, que en su momento negó haber padecido violencia de género antes, aunque reconoció que “él era celoso y tomaba mucho”.
Pese a que no contaba con antecedentes de violencia, existe un dato en el pasado de Vega relacionado con un femicidio aberrante cometido años atrás. Se trata del crimen de Analía Itatí Olivera, una joven que en el año 2014 permaneció tres meses de desaparecida hasta que su cuerpo fue hallado descuartizado en un terreno baldío de Tristán Suarez. Tanto él, cómo otro hombre y tres mujeres fueron absueltos “por falta de pruebas” durante el juicio.