jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº1968

Policiales | 25 sep 2020

SIGUE LA PESADILLA

La joven apuñalada por su pareja teme represalias: “Creo que no va a parar hasta matarme”

Débora Acevedo fue apuñalada 18 veces delante de sus hijos en su casa de Ezeiza. El acusado permanece detenido a la espera de que se confirme la prisión preventiva. “Es la única forma de que esté más aliviada”, expresó la víctima a Política del Sur.


Débora Acevedo es la joven de Ezeiza que sobrevivió al ataque de su ex pareja, dispuesto a matarla a puñaladas delante de sus dos hijos. A poco de cumplirse el primer mes de la terrible agresión, los médicos del hospital donde permaneció varios días en terapia intensiva todavía creen que fue un milagro que se haya salvado, mientras comienza con la primera etapa de su rehabilitación en busca de recuperar el pulmón perforado, una de las secuelas más graves que le quedaron, pero no la única.  

“Me cortó el tendón y por eso no puedo mover los dedos de la mano”, contó a Política del Sur, sobre otra de las consecuencias de las 18 cuchilladas que recibió la noche del 28 de agosto, algunas de la cuales trató de evitar cubriéndose con los brazos, aunque fue en vano. Federico Vega, con quien convivió durante 5 años, no paraba de atacarla a pesar del llanto de la nena que crio junto a Débora, quien presenció todo. 

Solo cuando se hizo pasar por muerta logró que el hombre la dejara de lastimar con el mismo cuchillo con el que después, al considerarla muerta, comenzó a autolesionarse delante de la niña que le pedía “papá, por favor no te mates, no quiero tener otro papá”. Es por esto que los daños no solo fueron físicos. A raíz de ello, las víctimas permanecen con asistencia psicológica y solo el tiempo dirá si podrán superar el trauma. 

Por ahora, la pesadilla sigue en la cabeza de Débora, que se despierta todas las noches pensado que su agresor volverá para completar su cometido. “Yo creo que no va a parar hasta matarme”, comentó la mujer, dando cuenta el temor latente ante la posibilidad de que sea excarcelado. Un fallo judicial poco probable, teniendo en cuenta que, en el corto plazo, la intención de la fiscal María Lorena González sería la de pedir la prisión preventiva para que siga encerrado hasta el juicio. Sin embargo, la falta de novedades acrecienta el miedo. “La única forma de que esté más aliviada, será saber que va quedar detenido”, dice ella. 

Acevedo y Vega estuvieron dos semanas separados, pero la relación se había terminado meses antes, a pesar de que mantenían la convivencia en la casa de la localidad de La Unión, donde vivían con los dos menores. “Nunca me había agredido”, recuerda Débora, que niega haber padecido violencia de género antes, aunque reconoce que “él era celoso y tomaba mucho”

Pese a que no contaba con antecedentes de violencia, existe un dato en el pasado de Vega relacionado con un femicidio aberrante cometido años atrás. Se trata del crimen de Analía Itatí Olivera, una joven que en el año 2014 permaneció tres meses de desaparecida hasta que su cuerpo fue hallado descuartizado en un terreno baldío de Tristán Suarez. Tanto él, cómo otro hombre y tres mujeres fueron absueltos “por falta de pruebas” durante el juicio. 

“Todos lo teníamos (a Vega) como a un pan de Dios y él siempre me dijo que no tenía nada que ver con esa muerte, pero después de esto, creo que sí”, consideró Débora. 

La mujer de 27 años estuvo a punto de morir, pero las primeras 72 horas fueron claves en su evolución. Las heridas en los brazos, la cabeza y el tórax sanan de a poco mientras se encuentra en la casa de su madre, junto a sus hijos.  

La noche del horror, ella dormía cuando de repente el atacante se abalanzó sobre ella y sin mediar palabra, comenzó a apuñalarla. “No le importó nada y fue directamente a matarme. Mi hijo de tres años dormía al lado mío y lo pudo haber lastimado a él también”, concluyó. 

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