Ya llevamos más de 70 días desde que se interrumpió todas las actividades deportivas en el país debido al Coronavirus, y si bien de a poco se empieza a pensar en una posible vuelta a los entrenamientos, la fecha estimada para el regreso a las prácticas es a partir de agosto - septiembre –al menos así lo aseguró el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia.

Con lo cual, a algunos jugadores de fútbol no solo les pesa la gran cantidad de días que llevan entrenando de forma individual en su casa para no perder el ritmo, sino que también les empieza a agarrar la incertidumbre de hasta cuándo van a seguir en estas condiciones.

En referencia a esto, Federico Scurnik -capitán de San Martín de Burzaco- habló en exclusiva con Deportes del Sur sobre esta situación y contó su experiencia: “Es muy preocupante no saber cuándo se va a volver a entrenar. Es una necesidad vital para nosotros. Yo tuve la posibilidad de capacitarme y de formarme para tener otra profesión, o mismo de compartir otra pasión como lo es la música, pero yo soy futbolista. Me levanto y me acuesto pensando en una pelota, pensando en competir o soñando con hacer historia con San Martín”.

“Quiero volver a ponerme la camiseta. Un jugador necesita estar en los vestuarios, estar con sus compañeros. Es un lugar donde nos sentimos muy útiles, muy importantes. Estas cosas en las rutinas no están y la verdad que hacen falta”, aseguró el capitán del Azul de Burzaco.

En este sentido, el “Ruso” Scurnik explicó lo insuficiente que les hace no tener la certeza de cuándo es que podrán volver a los entrenamientos: “Estas son las cosas que a nosotros nos llenan, y al no tenerla te hace insuficiente. Al no tener una certeza de cuando se pueda llegar a retomar todo esto, y más viendo las noticias que cada vez se incrementan los casos, la verdad nos golpea”.

Su futuro

Siguiendo con el análisis de la cuarentena y los lejanos entrenamientos, Scurnik confesó que haber pensado en un retiro debido a la incertidumbre de no saber cuándo es que se podrá volver a la actividad.

“El tiempo pasa y se transforma en un enemigo vital. Yo cumplí en cuarentena los 36 años, y cuando vuelva el fútbol voy a estar al borde de los 37. Si bien es una edad que para un arquero no es definitiva, pero la cuenta regresiva golpea un poquito la puerta. Y más si no estoy entrenando. Es un cumulo de preocupaciones que hacen que la pases mal y te comas la cabeza”, contó el arquero de San Martín de Burzaco que además de ser futbolista es Psicólogo Social.

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En cuanto a las rutinas que tiene que realizar los futbolistas durante la cuarentena, Scurnik contó su experiencia con los entrenamientos en casa, y dejó en claro lo “complicado” que es para un deportista no entrenar en su lugar habitual.

“El futbolista que compite no entrena para estar bien físicamente, entrena para competir. Es decir en función de un objetivo. Acá estamos entrenando solos, sin los compañeros, surgen otras cuestiones en el medio y no respetas los tiempos de la rutina y la verdad que no es para nada grato”, aseguró el arquero del San Martin.

Por último, agregó: “Uno sigue entrenando porque tiene la ilusión de que esto va a terminar y que se pueda volver a la normalidad. Es una situación por demás muy compleja. Nada es suficiente si tengo la certeza de poder volver a entrenar. Esperemos que termine pronto”.