Thomás Fernández, el joven de 20 años que sobrevivió a un brutal ataque en patota de una banda que lo agredió a trompadas, patadas y botellazos a la salida de un boliche de Ezeiza, habló en exclusiva con el programa radial Política del Sur, donde dio detalles del dramático hecho que originó una serie de allanamientos y detenciones.

"La saqué barata, porque pudo haber sido mucho peor", reconoció la víctima sobre la salvaje agresión que sufrió delante de su pareja, de su hermana y su cuñada, quienes, desesperadas, trataron de defenderlo, incluso poniendo en riesgo su vida, según se observa en los videos filmados por los testigos.

"Estoy vivo por las chicas, porque que si no, me mataban a palos", recordó Thomas, sobre la arriesgada acción de las mujeres, que prácticamente le salvaron la vida. "Gracias a Dios que no les pegaron a ellas también", remarcó.

Sobre el móvil del ataque, aseguró: "No tuve pelea, ni ninguna discusión previa". Además, afirmó que los agresores fueron más de cuatro, pero que el resto de la banda todavía no pudo ser identificada. "El dueño del boliche no se quiso hacer cargo, ni aportar las cámaras para identificar a todos los agresores", agregó.

Lo cierto es que no solo fue víctima de la salvaje agresión, sino que también le robaron. "Encima que me muelen a palos, me roban mis pertenencias", lamentó la víctima, que recibió varios puntos de sutura en el rostro por la golpiza.

A raíz de las pruebas obtenidas, la UFI 2 de Ezeiza a cargo de la fiscal Florencia Belloc, y el secretario Federico Ricart, ordenó una serie de allanamientos realizados en las últimas horas, donde apresaron a cuatro sospechosos que quedaron tras las rejas por "homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en tentativa en concurso real con robo agravado por el empleo de arma".