

Leonela Barros, la proteccionista que denunció por maltrato animal a una familia de Monte Grande acusada de mutilar gatos y perros en Turdera, aseguró que las personas imputadas también están involucrados en una causa por abuso sexual, que se encuentra paralizada por la falta de avances de la fiscalía.
"Se fugaron del domicilio y se mudaron al barrio El Zaizar. La fiscalía no hizo nada, y la chica está internada y no le hacen ningún estudio por la denuncia por abuso sexual", lamentó la activista por los derechos de los animales que encabeza los reclamos.
En diálogo con el programa de radio Política del Sur, Barros manifestó que los presuntos abusos habrían ocurrido dentro de los domicilios habitados por los "mutiladores" de animales, en contra de una joven que era menor, y que pudo ser rescatada.
Todo habría comenzado en épocas de pandemia, cuando surgieron las primeras denuncias contra una familia, que en su momento vivía en la localidad de Turdera, pero que poco después se mudó.
Una de ellas trabajó como médica pediatra en el Hospital Municipal Santamarina de Esteban Echeverría, pero luego de las reiteradas denuncias sobre este delito, decidieron suspenderla y posteriormente fue despedida del centro de salud.
El reclamo de las rescatistas comenzó luego de que desde un domicilio de Turdera salieran constantemente animales heridos, con patas mutiladas, quebraduras y hasta con uñas arrancadas, según consta en la denuncia que presentaron.