Martín Echeverría, padre de Iván Echeverría, el joven asesinado por motochorros en agosto de 2018 en Parque Barón, renovó el pedido de justicia a la espera del juicio contra los dos acusados que comenzará el 5 de febrero.

“Tuve el privilegio de hablar con la fiscal que me ayuda en la causa para que sepa que detrás hay una familia que quedó destruida. Nos dijo que está todo encaminado, que nos quedemos tranquilos que nos van a representar bien”, expresó el hombre en diálogo con Política del Sur.

📌#Policiales [AHORA🔴] 🗣️🎙️ Al aire Martín Echeverría, papá de Ivan Echeverría, sobre las novedades del crimen de su hijo.

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— Política del Sur (@PoliticaDelSur1) December 28, 2023

Por el crimen hay dos detenidos. Se trata de dos jóvenes, identificados como Lucas Peláez y Jaime Federico “El Chinito” Michel, quienes serían los autores del asesinato ocurrido hace más de cinco años. “A estos pibes no los conocía. Fue la justicia quién los investigó y los llevó ahí”, indicó Martín.

Asimismo, recordó: “Involucraron a un pibe, ya fallecido. De todas maneras, eran dos los que estaban en el momento del crimen. Y los familiares salieron a decir que un fulano de tal era el que había matado a mi hijo y esa persona ya había muerto. Y ¿quién era el acompañante, en todo caso, el que estaba con ese pibe? Ahí no sabían nada”.

En tanto, sobre el desarrollo de la investigación recalcó que “cuando se puso la recompensa salió una testigo clave, que fue la que realmente los metió”. “Estos pibes estaban desde el primer momento en la causa, o sea sospechábamos, pero no teníamos como meterlos de lleno en la causa de mi hijo”, precisó.

Sobre los acusados aseveró que “uno vendía drogas y el otro estaba involucrado en abuso de armas”. “Cuando lo allanan tenía una moto robada, ya tenían antecedentes. La verdad que no son, como salieron a decir, dos inocentes. Le dije al comisario desde el primer momento que no quería dos perejiles. Hace cinco años que estoy en la lucha pidiendo justicia”, enfatizó.

Por último, señaló que “a Iván le faltaban dos meses para que cumpla 19, tenía 18 cuando lo asesinaron”. “Tenía dos trabajos, era ayudante pastelero y después mi hijo hacía delivery, era un pibe que toda la vida trabajó. No conocía a esta gente, estos salieron y justo lo encontraron, esperando un giro en un semáforo en rojo, a las cuatro y media de la madrugada”, concluyó Echeverría.