Personal de la DDI de Lomas de Zamora detuvo a Nahuel Vargas, el hombre que tenía pedido de captura nacional e internacional y que estaba prófugo por el crimen de Fernando Pérez Algaba, el empresario cuyo cuerpo fue encontrado descuartizado en el Arroyo del Rey, en Ingeniero Budge.

El sospechoso fue capturado en la vivienda de su madre, en la localidad bonaerense de Castelar, donde habría estado oculto durante los últimos días, en los que era buscado por el asesinato de "Lechuga", como uno de los principales acusados.

Vargas será indagado en las próximas horas por el fiscal Marcelo Domínguez, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Lomas de Zamora, que está al frente de la investigación.

Fuentes de la investigación afirmaron que Vargas no se resistió a la detención y que de inmediato fue trasladado a la DDI, mientras peritos de la Policía Científica trabajaban en el lugar en el levantamiento de rastros y el secuestro de elementos de interés para la causa.

El fiscal había pedido la captura del hombre, a quien acusaba de ser autor del delito de "homicidio cuádruplemente calificado por el uso de arma, alevosía, codicia y por el concurso premeditado de dos o más personas", el cual prevé una pena de prisión perpetua.

El empresario asesinado y descuartizado había sido visto por última vez el 18 de julio pasado, cuando concurrió junto a Vargas al emprendimiento inmobiliario "Renacer" de General Rodríguez. Allí se encontraron con Maximiliano Pilepich, quien le tenía que saldar una deuda de 50 mil dólares.

Detuvieron al comisario

Por su parte, un comisario de la Policía de la Ciudad también quedó preso, por lo que ya son nueve los aprehendidos por el caso, informaron fuentes policiales y judiciales.

Se trata de Horacio Córdoba (48), acusado de facilitarle a Pilepich el número de teléfono a nombre del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño que se cree que utilizó en las horas previas y posteriores al crimen para comunicarse con sus cómplices.

Córdoba quedó imputado del delito de "homicidio cuádruplemente calificado por el uso de arma, alevosía, codicia y por el concurso premeditado de dos o más personas", al igual que el resto de la banda implicada en el hecho.

Para el Ministerio Público, el crimen del empresario Pérez Algaba fue cometido por una deuda de 50.000 dólares y 17 terrenos que el imputado Pilepich debía entregarle a la víctima, quien, con el fin de cobrarla, fue la tarde del 18 de julio hasta el predio "Renacer" de General Rodríguez a encontrarse con él.