

Por: Luis Giménez Ojeda
Fernando Burlando, el reconocido abogado que ofició de querellante en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, se ofreció a tomar el caso de Lautaro Cárdenas, el joven de 16 años atacado por una patota a la salida de una fiesta en Villa Centenario.
La causa cuenta con cuatro detenidos, pero todavía resta dar con el paradero de un quinto sospechoso, que permanece prófugo, mientras sería intensamente buscado.
Fuentes del caso informaron a Política del Sur que el letrado solicitará al Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires que se ofrezca una recompensa para aquellos que aporten datos que ayudan a concretar la captura del fugitivo.
A pesar de los diagnósticos negativos a raíz del grave cuadro de salud que presentaba al momento de ser internado por las heridas en la cabeza, Lautaro se recuperó milagrosamente y su evolución fue significativa cada día.
Atacado a botellazos por defender a un amigo, el menor casi se convirtió en una nueva víctima fatal de la inseguridad, pero sobrevivió, y luego de varios días de internación, fue dado de alta este lunes por la tarde y ya regresó a su casa, donde seguirá su rehabilitación.
"Gracias a Dios ya estamos en casa, como el quería. Estamos muy felices", confirmó a este medio Sandra, la madre del adolescente brutalmente agredido por un grupo de delincuentes.
La familia de Lautaro tiene actualmente custodia policial en la puerta de su casa, a raíz de amenazas que habrían recibido los familiares de Gonzalo, el otro chico agredido, cuyo domicilio también cuenta con un patrullero en la puerta, por prevención.
"A la mamá de Gonzalo y Mateo les llegaron amenazas por redes, así ellos también tienen custodia", contó Sandra, quien no ocultó su temor a represalias de los acusados.
"Es todo un proceso en el que vamos a estar en vilo a la espera de novedades todos los días", advirtió la mujer a este medio.
Todo ocurrió cuando un grupo de adolescentes de entre 15 y 16 años regresaba de una fiesta alrededor de las 6 del domingo último y fueron interceptados por otro grupo de jóvenes, que se movilizaban a bordo de un Volkswagen Bora y un New Beetle en Cid Guidi de Franc entre Zamora y Sommaruga.
Varias víctimas pudieron escapar del lugar del hecho, salvo Gonzalo, de 15 años, a quien le robaron sus pertenencias personales. Lautaro volvió al ver la golpiza que estaba recibiendo su amigo y es ahí donde recibió tres botellazos en la cabeza.
Los acusados fueron aprehendidos durante una serie de allanamientos realizados en distintas viviendas de Lomas de Zamora en medio de un amplio operativo en busca de los autores del hecho. Sin embargo, todavía falta uno.