miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº1967

Policiales | 15 nov 2022

JUSTICIA

Condenaron a prisión perpetua al asesino de Rodrigo González

Gabriel Castro fue encontrado culpable del crimen ocurrido en agosto de 2019 en Temperley, mientras la víctima festejaba un cumpleaños familiar.


El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de Lomas de Zamora condenó a la pena de prisión perpetua al acusado por el crimen de Rodrigo González, asesinado en agosto de 2019 en Temperley en medio de un festejo de cumpleaños familiar.

Se trata de Gabriel Castro, el único detenido por el hecho, cuyo juicio comenzó la semana pasada en los Tribunales de Lomas bajo la carátula de "robo agravado y homicidio criminis causae, ambos en tentativa, y homicidio agravado".

La noticia fue recibida con alivio por parte de los familiares de la víctima, que esperaban justicia hace más de tres años en los que hubo varias postergaciones.

En la audiencia anterior, el fiscal Hugo Carrión solicitó perpetua, mientras que el abogado defensor del imputado solicitó al tribunal que su defendido sólo sea juzgado por el delito de robo.

El juicio inició el martes 8 de noviembre con el testimonio de más de una decena de testigos que declararon en orden cronológico acerca de lo sucedido aquel día. 

El crimen de Rodrigo González

El hecho ocurrió el 17 de agosto de 2019, pasadas las 21, en Zuviría al 400, casi esquina General Iriarte, Temperley, donde Rodrigo González estaba en una habitación de la casa mientras se festejaba un cumpleaños.

Un delincuente armado que había intentado sustraer un vehículo sobre la calle Iriarte al 800, se tiroteó y no pudo terminar de cometer el delito, junto a otro delincuente. Fue hasta la vuelta, sobre Zuviría, donde vio que un hombre descendía de un vehículo e ingresaba a una casa.

Según la acusación, Castro pasó por el frente de esa vivienda y disparó en varias oportunidades contra ella. Uno de los balazos ingresó por la ventana e impactó en el pecho de González. El hombre de 35 años murió horas más tarde en el Hospital Gandulfo, tras ser operado.

El delincuente, en tanto, continuó su raid delictivo, robó una camioneta a pocos metros y escapó, hasta que fue detenido en la vivienda de sus padres en Isidro Casanova. Presentaba una herida compatible con la que los testigos vieron que tenía tras el tiroteo con el vecino de Temperley al que intentó robarle la camioneta. Además, se había cortado el pelo para no ser reconocido.

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