El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de Lomas de Zamora dará a conocer este martes el veredicto del juicio por el crimen de Rodrigo González, el hombre asesinado de un disparo en el pecho mientras festejaba un cumpleaños familiar en Temperley, en agosto del 2019.

A más de tres años del hecho, la Justicia dará a conocer el fallo contra Gabriel Castro, el único imputado por el delito de "robo agravado y homicidio criminis causa, en grado de tentativa y homicidio agravado". 

Durante los alegatos del viernes pasado, el fiscal Hugo Carrión pidió que Castro sea condenado a prisión perpetua, mientras que el defensor oficial solicitó que solo se lo juzgue por el delito de robo.

"Nunca se mostró arrepentido", aseguró Sebastián González, hermano de la víctima, que en diálogo con el programa Política del Sur había manifestado su bronca por la actitud del imputado durante el inicio del juicio.

El crimen de Rodrigo González

El hecho ocurrió el 17 de agosto de 2019, pasadas las 21, en Zuviría al 400, casi esquina General Iriarte, Temperley, donde Rodrigo González estaba en una habitación de la casa mientras se festejaba un cumpleaños.

Un delincuente armado que había intentado sustraer un vehículo sobre la calle Iriarte al 800, se tiroteó y no pudo terminar de cometer el delito, junto a otro delincuente. Fue hasta la vuelta, sobre Zuviría, donde vio que un hombre descendía de un vehículo e ingresaba a una casa.

Según la acusación, Castro pasó por el frente de esa vivienda y disparó en varias oportunidades contra ella. Uno de los balazos ingresó por la ventana e impactó en el pecho de González. El hombre de 35 años murió horas más tarde en el Hospital Gandulfo, tras ser operado.

El delincuente, en tanto, continuó su raid delictivo, robó una camioneta a pocos metros y escapó, hasta que fue detenido en la vivienda de sus padres en Isidro Casanova. Presentaba una herida compatible con la que los testigos vieron que tenía tras el tiroteo con el vecino de Temperley al que intentó robarle la camioneta. Además, se había cortado el pelo para no ser reconocido.