Una de las organizadoras de la primera marcha del orgullo en Lanús, María Belén Sandoval, resaltó que fue una “jornada histórica”. “Teníamos alguna duda sobre la cantidad de personas que iban a asistir y quedamos muy conformes”, destacó.

“Fue una marcha con consignas locales, con reclamos muy puntuales hacia el gobierno distrital. Desde el punto de vista político fue interesante porque mostramos unidad, participamos muchas organizaciones de los diferentes frentes electorales del distrito”, ponderó la militante del Movimiento Conciencia Popular en declaraciones a Política del Sur.

Y luego insistió: “La marcha fue muy diversa en su composición, pero también fue una muestra de unidad, en este sentido lo digo como peronista, fue una demostración hacia dentro del partido con consignas claras, en contra del Gobierno local, marcando todo lo que falta, todo lo que se desmanteló. Había un laburo hecho que no se continuó".

 

 

 

 

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En este marco, criticó la falta de respaldo por parte del gobierno de Néstor Grindetti. “No recibimos ningún apoyo. La marcha fue autogestiva. Algunos recursos nos prestaron organizaciones y hubo muchos ediles de Lanús que hicieron un aporte. En ese sentido no costó, pero no hubo ayuda del gobierno municipal, sí del provincial, del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad”, apuntó.

“Tenemos pensado hacer la próxima semana una reunión de evaluación, no lo hicimos esta semana porque está la marcha del orgullo en CABA. La idea es planificar lo que viene aprovechando este laburo en conjunto, esta base de unidad y de confianza política que se generó”, concluyó.