La Justicia de Lomas de Zamora pidió este jueves la prisión preventiva para Hernán Loza, el parrillero acusado de fusilar con un disparo de escopeta a Adrián Caro, asesinado el 9 de mayo en el barrio San José de Temperley.

Fuentes judiciales informaron a Política del Sur que la causa que investiga el hecho permanece con el acusado tras las rejas, a la espera del fallo del juez de Garantías 4 Sebastián Monelos, a cargo de decidir el futuro del imputado.

La instrucción del caso siguió su curso esta semana con la declaración de testigos que podrían servir para esclarecer lo ocurrido la madrugada del lunes 9 de mayo .

Hasta ahora, los investigadores no han podido determinar si existió una pelea previa entre el presunto asesino y la víctima que habría motivado la agresión mortal.

El imputado se trata de un hombre de 43 años identificado como Hernán Loza, conocido en el barrio con el alias de “el Gordo Hernán” o “el Gordo Loza” que tiene antecedentes por violencia de género y que se entregó el 11 de mayo luego de fugarse de la escena del crimen.

Según el testimonio del sospechoso, se encontraba en la parrilla cuando vio que Caro había intentado robarle a un delivery en moto sin lograrlo.

Tras fracasar en ese intento, el acusado contó que Caro fue hasta la puerta de la parrilla donde, según el declarante, el joven intentó asaltarlo con un arma de fuego.

Ante esa situación, el parrillero sacó una escopeta y le apuntó con intenciones de asustarlo y habría sido en esas circunstancias en la que el arma se disparó por accidente y los perdigones impactaron en el cuerpo del fallecido, quien se retiró herido del lugar hasta que, momentos después, falleció muy cerca de su casa.

En la declaración de Loza se indica que él dejó la escopeta en el lugar del disparo y huyó. Sin embargo, los peritos nunca la encontraron y sólo pudieron hacerse con el taco de una escopeta, con lo cual la versión del parrillero cae en ciertas inconsistencias que determinaron que el fiscal haya determinado que continúe detenido.