viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº1969

Provincia | 12 may 2022

DIVORCIO PERONISTA

Fernández vs. Fernández: un grave dilema para los intendentes de la Tercera Sección

Como los hijos de una pareja terminada, no saben si se irán con papá o con mamá. Todos calculan ya los costos y los beneficios de la separación. El Presidente tiene la gigante caja del Estado, pero CFK tiene relato y votos. Massa intenta conciliar porque necesita un FDT pegado con lo que sea, para 2023.


Por: Ricardo Carossino

Las definiciones del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, abrieron una brecha que será difícil de cerrar, a menos que exista un fuerte voluntad política de sacrificar votos para sostener un gobierno que hace agua en economía.

Alberto Fernández dijo que quien no acompañe los aumentos de tarifas quedará afuera del gobierno, claramente, dijo que si la vicepresidenta Cristina Fernández y La Cámpora rechazan el acompañamiento de esa decisión política (impuesta por el FMI), el Frente de Todos se terminará.

Quien claramente oficia como abogado, es el jefe de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, el hombre que menos apuesta a la separación. El líder del Frente Renovador aspira secretamente a ser candidato a Presidente, pero su sueño era con un Frente de Todos unido, y no con el escenario que dejó la deuda de Mauricio Macri, el Covid 19 y ahora la guerra de Ucrania. 

En ese escenario, los más intranquilos son los intendentes, que empiezan a darse cuenta que la grieta se los puede llevar puestos, porque los obligará muy tempranamente a tomar posición y a definir si están con el kirchnerismo o si acompañan al albertismo, dilema que también alcanza al gobernador Axel Kicillof, que en las últimas dos entrevistas realizadas en las pasadas 48 horas evitó mencionar el tema. En tanto, entre los jefes comunales de la Tercera Sección, la situación se pone tensa.

En Avellaneda, el ministro Jorge Ferraresi tiene claro que la única salida para su proyecto es la unidad. El hombre fuerte del peronismo local ha sido un férreo representante del Instituto Patria, no obstante, ahora ocupa un cargo de caja e importancia en el gabinete nacional y no quiere perder ese poder.

Una fuente calificada del peronismo de Avellaneda contó a Política del Sur, que la semana pasada en un encuentro con la dirigencia local, el senador provincial del Frente de Todos, Emanuel González Santalla, habría tenido un cruce muy fuerte con Ferraresi, en el que el hombre de La Cámpora le habría planteado al ministro, directamente, “romper con Alberto”.

La única ventaja de Ferraresi es la tranquilidad de saber que el actual intendente, Alejo Chornobroff, dudosamente se atrevería a enfrentar a su jefe si la grieta separa los territorios, a menos que el diablo meta la cola (que puede pasar).

Así queda al desnudo lo que Política del Sur reveló en una nota anterior, en la que una fuente del PJ de la Tercera, aseguraba que “hay talibanes en los dos bandos”, y que si tanto Alberto como Cristina se llegaran a equivocar y a decir una palabra de más, estos personajes dogmáticos podrían terminar ganando la pulsada.

LEER MÁS: Con un Kicillof rengo por la interna, crece la figura de Insaurralde apoyado por intendentes y camporistas

En Lanús, si bien no hay un intendente del FDT, la cosa no es menos fácil, porque pone en jaque a los precandidatos que según se definan, quedarán o no a la deriva de la caja del gobierno nacional o provincial en lo que respecta a la próxima campaña electoral.

Pero a no desesperar, porque quizás lo que parece un dilema (algo sin solución), tal vez se convierta en un problema (algo con solución), conforme avancen los hechos de acá al 23, pero esa teoría se desarrollará en el final de la nota.

Lomas de Zamora es un frente aparte del resto del resto de los Municipios. Su dueño político, el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, aspira a la gobernación en un escenario de adelantamiento de las elecciones para mayo del 23.

En teoría, si MI logra sortear la grieta junto al gobernador bonaerense, podría llegar a mayo sin necesidad de definir de qué lado se para en la discusión, pero el temor que empieza a poner nervioso al esquema de poder lomense, es precisamente, que los tiempos se aceleren, como parece estar sucediendo. Por el lado del pago chico, Insaurralde puede dormir tranquilo con la presencia de Marina Lesci al frente del ejecutivo local.

Almirante Brown lleva el mismo sello de Ferraresi. Con un esquema de poder de centro, Mariano Cascallares necesita, sí o sí, de un equipo unido, sin posiciones encontradas para poder sostener su liderazgo, sobre todo cuando hay otro intendente en el sillón local.

A diferencia de Lomas y Avellaneda, en Brown gobierna Juan Fabiani, un hombre de La Cámpora con lo que queda claro que, desde este momento, Cascallares puede sentirse amenazado en la relación local, si todo explotara entre el presidente y la vicepresidente.  

Quien quizás tenga las cosas mucho más claras, es Fernando Gray, un intendente que desde la primera hora, no se ahorró minutos en los medios para criticar al titular del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, con lo que no habría que barajar y dar de nuevo para imaginar de qué lado de la grieta va a estar el ex titular del PJ y jefe comunal de Esteban Echeverría.

Como para tener una idea más acabada del mapa actual de la grieta interna, la foto de la falsa unidad quedó plasmada cuando el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, asumió como titular de la Federación de Municipios.

En esa foto estuvieron Mayra Mendoza (Quilmes), Juan Ustarroz (Mercedes), Damián Selci (Hurlingham), Iván Villagarán (Carmen de Areco), Mario Secco (Ensenada) y Juan Fabiani (Almirante Brown), muy cercanos a Cristina Kirchner.

Y en otro costado los más arraigados al sostenimiento territorial y la unidad para no perder sus cotos locales de poder, como Juan José Mussi (Berazategui), Noelia Correa (Malvinas Argentinas), Andrés Watson (Florencio Varela), Germán Lago (Alberti), Ricardo Curutchet (Marcos Paz), Alberto Descalzó (Ituzaingó), Gastón Granados (Ezeiza), Marina Lesci (Lomas de Zamora) y Federico Achával (Pilar).

Desde este momento, queda abierta la convocatoria con la que el Frente Juntos y los libertarios apuestan a oficiar como ambulancia de los votantes decepcionados con esta grieta en el peronismo argentino, que permite, desde luego el surgimiento de figuras emergentes cuando estas crisis de representación aparecen por la falta de cohesión política.

La solución ideal para los intendentes bonaerenses, sería claramente el adelantamiento de las elecciones, para no tener que padecer la grieta de la caja electoral. El otro escenario que ordenaría todos los conflictos de intereses en el FDT (incluso en el Frente Juntos), sería una elección sin polarización.

Aquí, una oferta fragmentada como en 2003, permitiría a cada ejecutivo, nacional, provincial y municipal, jugar con tranquilidad parándose donde más le convenga en función local, calculando que presuntamente, ningún candidato obtendría más de un 25%, según lo que se vislumbra hasta este momento.

En ese escenario de fragmentación, al menos dentro de la grieta del Frente de Todos, a primera vista saldría ganando CFK, porque en un análisis político rápido, el presidente no pudo construir un albertismo, mientras que la vicepresidenta conserva un importante núcleo duro de seguidores bonaerenses sin pagar el costo de la inflación y el aumento de tarifas.

 

 

 

 

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