Este martes se cumplieron cuatro meses del crimen de José Gatto, el jubilado de 74 años ejecutado por la espalda por ladrones que lo balearon por la espalda el 28 de mayo durante una entradera en su casa de Turdera.

“Las circunstancias siguen siendo las mismas. La gente que estaba prófuga sigue prófuga y no los encuentran”, lamentó la hija de la víctima, Agata Vanesa Gatto.

En diálogo con el programa Política del Sur, la mujer criticó a la Justicia por la falta de avances en la investigación, que cuenta con dos de los presuntos autores detenidos, mientras que el resto de la banda permanece libre.

“Lo que unico que quiero es que se haga justicia por la muerte de mi papá”, pidió Gattó, quien manifestó que “es muy doloroso que pasen los días y que la ausencia de él es enorme en la vida de su familia”. Además recordó que este martes su padre estaría cumpliendo años.

En ese marco, reiteró que “todo sigue igual como aquel 28 de mayo. Nadie sabe nada y solo dicen que están trabajando”. “Mientras tanto, los que siguen libres seguirán haciendo más de lo mismo que hicieron con mi papá pero con otra gente”, agregó.

“Por ahora hay dos detenidos y tres prófugos”, remarcó Agata sobre el curso de la investigación que en un momento contó con tres hombres tras las rejas, aunque el tercero fue liberado “por falta de pruebas”.                                                

Los asesinos habían sido excarcelados por la pandemia

De acuerdo a las tareas desplegadas en busca de los autores del asesinato, “el cabecilla” sería un hombre de 40 años identificado como Juan Daniel Martínez, reconocido en el escenario de lo ocurrido el 28 de mayo por las cámaras de seguridad del lugar.

Leer más: La hija de Gatto reveló: "Uno de los que participó del asesinato de mi padre salió de la cárcel por el covid"

El supuesto jefe de la banda a la cual se le atribuyen otros robos bajo la misma modalidad en el partido de Lomas de Zamora y alrededores, cayó la madrugada del 4 de junio en el interior de la casa de la hija, en Llavallol, ubicada sobre la calle Gibson al 1000, a pocas cuadras de donde habían abandonado el auto robado del damnificado.

Junto a su complice, de 36 años, habían recuperado la libertad el año pasado, debido a las excarcelaciones por la pandemia, cuando cumplía una condena por robo.

Según indicaron a este medio, personal del Gabinete Técnico Operativo (GTO) del Destacamento de Turdera que encabezó la investigación supervisada por el fiscal Adolfo Castagnini, Martínez habría sido delatado por los propios vecinos del barrio que aportaron su testimonio a la causa.

Los investigadores observaron también las imagenes fílmicas de inmediaciones donde incendiaron y abandonaron la camioneta Citroen Berlingo de Gatto. En las filmaciones, se ve a los malvivientes trasladarse en un VW Borsa color gris en el lugar de los hechos, como así a los acusados en el domicilio donde cayó Martínez.

En ese lugar, observaron a la camioneta Fiat Fiorino que se utilizó para incendiar el vehículo de la víctima.

En principio, el caso fue tomado por el fiscal Nicolás Espejo de la UFI 5, pero más tarde trasladado a la fiscalía 11 especializada en delitos vinculados a la tematica delictiva entraderas y escruches. Por ahora, está caratulado como “homicidio en ocasión de robo” y “robo de automotor”.

Ejecutado por la espalda delante de su hijo

José Gatto, jubilado de 74 años que atendía un negocio de mecanica al lado de su casa de Turdera fue baleado delante de su hijo por delincuentes que escaparon a bordo de su auto.

La víctima falleció como consecuencia de un impacto de bala en la espalda, mientras que los asesinos escaparon con su camioneta, la cual fue encontrada incendiada en Llavallol.

El dramático hecho de inseguridad ocurrió el viernes 28 de mayo, cerca de las 21 horas, cuando Gatto (74) llegó a su casa ubicada junto su comercio de venta y reparación de radiadores, en la avenida Hipólito Yrigoyen y Azcuénaga.

El comerciante fue interceptado por dos delincuentes que, a punta de pistola, lo ingresaron por la fuerza a su vivienda. Allí se toparon con su hijo, Nahuel, a quien golpearon en la cabeza.

Antes de escapar, los malvivientes efecutaron dos disparos de arma de fuego, una de las cuales impactaron en la espalda de la víctima y le provocó la muerte más tarde en el Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora.

Los homicidas huyeron a bordo de la Citroen Berlingo de Gatto, encontrada abandonada y prendida fuego sobre San Luis y Avenida del Rey, en Llavallol.