A poco más de dos semanas las elecciones primarias, la CTA de los Trabajadores convocó a un plenario nacional de secretarios generales, donde analizó la situación política y económica posterior a las elecciones. Ante la derrota del oficialismo, la entidad sindical que lidera Hugo Yasky recalcó que “es necesario, sin más dilaciones, que el pueblo perciba que se empieza a dar respuestas a esa demanda que se expresó a través de más de 4 millones de votantes que desistieron de respaldar a la boleta del Frente de Todos como sí lo habían hecho antes”.

 

Entre las conclusiones de la CTA, que se expresaron a través de un documento consensuado, se afirmó que “la desocupación, la pobreza, la caída de los salarios y el aumento de los precios de la canasta básica, son parte de los problemas que definen este presente de padecimientos que, exacerbados por el agobio de la pandemia, explican la decisión de quienes resolvieron emitir un potente llamado de atención al gobierno de Alberto y Cristina”.

 

En su resolución, la central obrera explicitó varias demandas, comenzando por el pedido de “impulsar activamente las políticas de distribución de la riqueza y de generación de empleo mediante la utilización de todos los recursos disponibles para una reactivación profunda, sostenida y vertical de la inversión en emprendimientos de obra pública”. Además, se pidió “promover de inmediato la más rigurosa y efectiva política de control de precios para defender los ingresos y el poder adquisitivo de los salarios, así como una política de eliminación del desabastecimiento por parte de los grandes grupos formadores de precios”.

Comparto las resoluciones del Plenario de Secretarios generales de la @CTAok pic.twitter.com/SuHxd169ZY

— Daniel Catalano (@DanielCatalano_) September 23, 2021

 

“Mantener y exigir el pleno funcionamiento de las paritarias con el fin de impedir que la inflación deprecie los salarios”, resaltó el texto final del plenario, además rechazó “el intento patronal de eliminar la indemnización por despido, mediante el proyecto de ley presentado por el bloque de Juntos por el Cambio”. “Sabemos que el capital financiero y los grandes grupos económicos locales -verdaderos poderes fácticos en permanente acecho en nuestro país- se aprestan a intensificar una ofensiva antipopular que, a caballo de los votos obtenidos por sus partidos políticos, reinstale en la sociedad aquel horizonte de explotación y miseria que pretendieron consolidar con el macrismo en el gobierno”, concluyó la CTA de los Trabajadores.

 

Precios y salarios

 

Por su parte, luego del plenario Yasky habló sobre el salario mínimo, al que calificó como “deplorable”, y señaló la urgencia de detener a los formadores de precios y puso el ojo en el presupuesto de cara a las elecciones de 2023: “No podemos tener un presupuesto que vaya en otra línea que la que nosotros creemos que hace falta para los próximos dos años.” “Creo que se dio un paso importante porque se acortaron los plazos del salario mínimo, vital y móvil. Estamos trabajando con ciclos cortos y haciendo que le vaya ganando a la inflación.”, argumentó Yasky en declaraciones radiales. Reconoció que el valor de 33 mil pesos del salario mínimo vital y móvil “es deplorable” pero lo relacionó con los 25 puntos que perdió desde el 2015 a 2019.

 

A su vez, Yasky volvió a insistir sobre la necesidad de encontrarle solución a la problemática de los precios.  “Al principio del gobierno de Alberto Fernández, hubo un aumento general de salarios, después paritarias. Pero, en cuatro meses la licuaron los formadores de precios. Es una puja distributiva en la que ellos siempre llevan la delantera, y la única manera de poder hacer que esta situación se modifique es a partir de políticas públicas”, afirmó. “No se puede seguir en una posición ingenua, apostando a que los formadores de precios tengan piedad de nosotros. Está claro que hay que aplicar políticas, y hay que hacerlo ahora, porque sino todo lo que acomodamos en términos de paritarias se desacomoda”, apuró.

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El diputado nacional del Frente de Todos hizo referencia al planteo que realizó la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en su carta y opinó que “quizá esté subyacente el asumir otra actitud frente a una realidad que te va imponiendo límites”. “Aunque vos digas ‘no me quiero manejar dentro de estos límites’, te van acorralando. En ese sentido, lo peor que podemos hacer es tener una actitud mudita. De ahí, asumir que tiene que haber algún nivel de conflictividad”, expresó.