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Mundo | 23 jul 2021

DESEO Y PASIÓN

Silvina Lizarraga: cómo revivir el fuego de la pasión

La especialista se refirió a "los pequeños detalles" que horadan el erotismo. También, explicó de qué se trata "la caja de los sentidos".


Como todos los viernes, la psicóloga y sexóloga de la UBA dialogó con el ciclo radial de Política del Sur. En esta ocasión, el gran interrogante que funcionó como disparador fue “¿qué mata la pasión?”

Una primera cuestión que desarrolló, fue el tema de “los pequeños detalles”, como por ejemplo “la falta de aseo o el mal aliento”, algo que “se escucha en muchos pacientes en el consultorio”. Para la especialista, esto puede resultar “totalmente deserotizante”, por lo cual, siempre hay que tratar de expresarle al otro lo que puede ser incómodo. “¿Cómo le digo que tiene olor a transpiración?”, puede ser el punto inicial para abordarlo.

 

 

“Muchas veces, el olor genital o la falta de higiene hacen que la otra persona empiece a rechazar el encuentro porque no sabe cómo decírselo”, agregó la sexóloga.

Otro aspecto que puede afectar la pasión “es la exigencia”, ya que “pasión y erotismo tienen que ver con la calidad, no con la cantidad”, aclaró Lizarraga. “Exigirnos a cumplir con determinados parámetros nos hace perder la capacidad de placer y termina afectando el rendimiento sexual”, agregó.

Más adelante, la sexóloga planteó que un aspecto que puede afectar el erotismo negativamente “es enfocarse en el placer exclusivamente genital”. Es decir, “limitarse solo a las zonas erógenas típicas”. Esto se debe a que “no terminamos de descubrir otras zonas que también son sensibles”.

Para ello, Lizarraga propuso “poner en funcionamiento los cinco sentidos cuando estamos en un encuentro sexual”. “Hay que hacer que todo se transforme en una situación erótica”, remarcó y sugirió experimentar con “la caja de los sentidos”, donde cada integrante de la pareja guarde elementos que le resulten erógenos, como una pluma, un cepillo para uñas, un perfume, un aceite. Es decir, un “pequeño set de satisfacción” donde “cada uno aporte a esa caja lo que le dé placer”.

 

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Desde el estudio radial de PDS le preguntaron por la rutina y Lizarraga expresó que “no preguntar” o “adivinar” también puede resultar perjudicial. “Hay que preguntar qué te gusta, de qué tenés ganas hoy” porque eso “hace salirse de la rutina”. “Si ya sabés lo que viene, el paso posterior pierde interés”, reflexionó.

Otro aspecto que desarrolló la especialista fue el tema de la conexión: “estar con uno mismo y con el otro”. Desde su perspectiva, “es más frecuente en los hombres preocuparse demasiado por la mujer”. “Que la pase bien el otro y olvidarse de sí mismos genera ansiedad, provoca una disfunción sexual”, afirmó.

También se le preguntó “qué pasa cuando uno es más creativo que el otro”. Al respecto, Lizarraga indicó que siempre hay que plantearse “qué es lo que le estoy proponiendo”, “hasta dónde el otro puede llegar”. Para ello, insistió en “ir de menos a más, aumentando las propuestas”.

Por último, sintetizó con algunas ideas como reforzar la “comunicación erótica”, evitar la “comparación” con ex parejas, y evitar la acción de “obligar” al otro a hacer algo que no quiere.

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