Este jueves vence la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo en el conflicto de los trabajadores de la Sanidad, que reclaman un aumento del 45 por ciento a las clínicas y sanatorios, que afirman no poder pagar. Ante la falta de avances, el gremio del sector adelantó que si no hay una propuesta concreta, se realizará un paro por turnos el próximo viernes, medida que había sido suspendida por el impase dispuesto por la cartera laboral. En tanto, los establecimientos adelantaron que si hay protestas, se suspenderán los turnos programados y las prácticas no urgentes.

Luego de que se suspendiera la audiencia con el Ministerio de Trabajo, no hubo mayores avances en la discusión de la paritaria de este año del personal de clínicas y sanatorios, por lo cual ATSA, el gremio conducido por Héctor Daer, adelantó que continuará con su plan de lucha. En este sentido, el gremio busca alinear los salarios de los trabajadores del sector a la nueva pauta salarial del 45 por ciento. Además, se señaló que los trabajadores de la salud están “saturados” ante la situación sanitaria por la pandemia y que buscarán que la negociación paritaria cierre en un porcentaje de entre un 43 y un 45 por ciento de incremento.

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Compartimos el comunicado del estado de negociación paritaria 2021

?️Jueves 22 vence el período de Conciliación Obligatoria
?️Viernes 23 Paro de 4 hs por turno pic.twitter.com/4PfmDjjK7A

— FATSA (@SanidadArg) July 16, 2021

Así pues, luego de la espera y la falta de convocatoria o de respuestas a la problemática salarial que atraviesa el sector, desde el gremio advirtieron “vamos a parar para que nadie pueda hacerse el distraído”. La Federación de Asociaciones Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA) es una asociación sindical de segundo grado que representa a 200 mil trabajadores de la actividad de la salud agrupados en los sindicatos de primer grado que la componen.

Respuestas de las clínicas

Ante la amenaza de una nueva protesta, desde la Federación Argentina de Prestadores de Salud (FAPS) adelantaron que por las protestas del personal y la situación de crisis, dejarán de atender turnos programados “no urgentes”, hasta que se logre una salida definitiva al conflicto. “Como empleadores de más de 320 mil personas en todo el país, asumimos nuestra responsabilidad de generar los recursos necesarios para pagar salarios y poder prestar servicio normalmente, pero, sin embargo, esos recursos no los generamos libremente en el sistema de salud en el que interactuamos ya que no somos formadores de precios”, afirmaron desde la cámara empresarial, que adelanta que sin una solución de fondo, esta situación se irá profundizando con el tiempo.

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Mediante un comunicado, la FAPS agregó que “nuestros ingresos, que, en definitiva, son los recursos de los trabajadores, están estipulados por los aranceles que definen los financiadores (obras sociales, empresas de medicina prepaga, PAMI)” y recordó que “si los financiadores no actualizan los aranceles que pagan, nuestros ingresos pierden día a día frente a los costos en alza”. “Durante todo el 2020, las obras sociales, PAMI y las empresas de medicina prepaga prácticamente no actualizaron los valores de los aranceles, mientras que nuestros costos subieron, y siguen subiendo, incluso por encima de la inflación -señalaron los prestadores de salud-.

En medio de una pandemia y privilegiando la atención que brindamos al 70 por ciento de las personas que habitan nuestro país, dimos nuestro mayor esfuerzo para acompañar el incremento salarial, merecido e indiscutido, de los trabajadores de la salud correspondiente al 2020″. La FAPS afirmó que “tan sólo tres meses atrás, logramos cerrar esa paritaria con un incremento final del 36 por ciento, cifra que acompañó la inflación del 2020 para los trabajadores, pero que no fue acompañada por los aranceles que recibimos por parte de las obras sociales y las prepagas”.