El secretario gremial de CICOP y trabajador de la salud del Hospital Fiorito de Avellaneda, Aníbal Aristizábal alertó que “el sistema de salud está llegando al límite de su capacidad en la provincia de Buenos Aires y en el AMBA en general”.

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— CICOP (@CICOP_ok) April 15, 2021

A su vez, manifestó que la situación no solo se da en el sector público sino también en el sector privado. “Percibimos el mismo nivel de estrés y de limitación en el sector- privado- donde no se puede derivar a los pacientes o las ambulancias los traen al hospital público por faltas de camas”

Aristizabal manifestó que el personal de salud presenta un gran agotamiento. “Después de sostener una pandemia durante un año, con nuestras licencias anuales suspendidas, con salarios que están muy por debajo de lo que nosotros deberíamos estar ganando por nuestro rol social, por nuestro esfuerzo, por nuestra dedicación y por el desgaste que implica nuestra tarea”.

Medidas sanitarias

En cuanto a las nuevas restricciones sanitarias, el secretario gremial sostuvo que desde el sindicato exigen “medidas más fuertes de las que anunció el presidente”. En esta misma línea argumentó que desde CICOP consideran necesario “un cierre total que garantice la disminución de la replicación viral y la saturación del sistema de salud”

Y agregó: “Ese cierre total tiene que estar acompañado de elementos materiales, subsidios y ayuda económica a los diferentes sectores de la producción que lo requerían para poder hacer el cierre correctamente”. Sin embargo, sostuvo que “es muy temprano” para ver verdaderamente “el impacto de las medidas sanitarias ya que todavía hay que esperar los 15 días”.

Situación del Hospital Fiorito

Aníbal Aristizábal indicó que el panorama sanitario del Fiorito “no escapa a la realidad del resto de los hospitales del primer cordón de la provincia de Buenos Aires”.

En esta línea, destacó que actualmente el nosocomio “está con un giro cama muy elevado en las áreas COVID, con una terapia intensiva continuamente llena, continua con cirugías suspendidas y esas áreas quirúrgicas se están cerrando para poder abrir salas COVID”.

A su vez, el faltante de insumos, como la droga sedoanalgesia, también se suma a las problemáticas. “Tenemos faltante de Propofol, que es un faltante global no solo falta en la provincia de Buenos Aires, sino también en la Argentina y en la región” aseguró el representante de CICOP y agregó que “el equipo de anestesiología y terapia intensiva tiene que recurrir a drogas alternativa para suplir ese faltante”.

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Producto de las nuevas cepas que se instalaron en el país se están registrando más casos en pacientes cada vez más jóvenes que el año anterior. Frente a esto Aristizábal indicó que “eso hace que el sistema de salud tenga un margen menor para dar respuesta frente a esta segunda ola” y agregó que “epidemiológicamente y clínicamente el COVID se está comportando de una forma más agresiva que en el 2020”.

“Esperamos que este cierre a medias sea suficiente porque en una pandemia como esta no hay margen para el error, el error cuesta vida y ya hemos perdido bastantes”, concluyó Aníbal Aristizábal, secretario gremial de CICOP y trabajador de la salud del Hospital Fiorito de Avellaneda.

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