La joven de 19 años que denunció al dentista acusado de intento de abuso en su consultorio odontológico de Villa Centenario ratificó la acusación al aire del programa Política del Sur y pidió la detención del imputado. “No lo voy a dejar así nomás. Lo único que quiero es Justicia”, manifestó la víctima. 

El caso se conoció el miércoles 31 de marzo cuando los familiares y vecinos de Aitana Corvalán agredieron a golpes al hombre, a modo de represalia luego de enterarse de lo que habría ocurrido dentro del local ubicado sobre Ricardo Palma al 1300. En esa misma cuadra, sucumbió bajo las llamas el auto incendiado del supuesto abusador. 

“Yo no quería que me ponga la crema, me quedé paralizada y no sabía qué hacer”, contó la denunciante al borde de las lágrimas cuando recordaba el acoso que habría padecido en manos del odontólogo.  

Dos días antes del hecho, el mismo sujeto habría hecho la misma propuesta, aunque la situación no había pasado a mayores. Sin embargo, durante su última visita, la paciente se encontró con otro panorama. Mientras era atendida, todo ocurría normalmente, hasta que, a pesar de la negativa de Corvalán, el odontólogo volvió a colocar la crema.  

“El miércoles me arregló las caries, después me puso la crema y me empezó a masajear la panza y me bajó los pantalones a la fuerza”, aseguró. “No soy la única, somos más de 30 las chicas abusadas, todas con el mismo cuento de la crema”, agregó, aunque muchas de ellas se niegan a radicar la denuncia. 

Sin embargo, pese a los otros casos, luego del linchamiento, el tipo identificado como Guido Antonio Angulo Montalvo (54), de nacionalidad boliviana, permaneció algunas horas demorado en la Comisaría 7° de Lomas de Zamora hasta que la fiscalía ordenó su liberación.  

En misma sintonía que Corvalán, su suegra, Rosa Bahamonde pidió la detención del sospechoso para evitar más casos como el de su nuera. “No voy a dejar que esto pase, así como si nada. ¿Qué están esperando, que violen a una persona?”, lamentó la mujer, que puso en duda también si Angulo Montalvo contaba con matrícula para trabajar. 

“El parecía un señor intachable. Ahora se destapó la olla. Hay casos de hace tres años y son ca vez más las chicas que se comunican conmigo para contarme lo mismo que le pasó a mi nuera”, añadió.