A casi un mes del fallecimiento de Ariel Chávez (42) luego de agonizar 30 días en el hospital Santamarina a raíz de un balazo que había recibido en una pelea con vecinos en el barrio de Transradio el 1 de enero de este año, la familia sigue reclamando que el asesino continúa prófugo y no hay respuestas desde la justicia.

“Según testigos, Victor Hugo "Culebra" Álvarez estaba por sacar un arma y mi papá atina a pegarle. En ese momento aparece un tercero y lo tira al piso a mi papá, y Álvarez le pega dos balazos en la boca del estómago”, relató en el programa radial de Política del Sur Camila Chávez, hija de la víctima.

Desde aquel episodio “Culebra” se encuentra prófugo.

Camila contó que hicieron la denuncia el 8 de enero pero la policía les dijo que esperarían que Chávez salga del hospital para que declare. Sin embargo luego se hicieron cinco allanamientos en los que no encontraron al presunto autor del disparo.

“Como él ya se había fugado lo que hice fue viralizar su foto porque es un prófugo asesino con un arma y para que me contacten si lo ven. Varias personas me llamaron diciendo que vieron a Culebra un domingo. Llamé a la comisaria de Transradio y a la de El Jaguel que no nos dio respuesta, el comisario fue a corroborar un día después al paradero y me informaron que no lo encontraron. Supuestamente van al lugar y no lo ven”, relató.

La hija de la víctima aseguró que sabe que Álvarez “anda por El Jaguel” y que “es vendedor de drogas”. También se refirió a la otra persona que agredió a su padre, pero el único dato que tienen de el es que le dicen “Japo” y no le hicieron una causa.

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“Me comuniqué con Fernando Gray y me dijo que estaban al tanto del caso, que me iban a ayudar en lo que podían. Desde la UFI N.º 2 me dice que el caso se sigue investigando pero no hay información concreta” indicó.

Como medida de reclamo habían “pensado cortar la ruta pero al comisario le avisaron” y pidió que no lo hicieran. “Vamos a pegar los papeles con su cara en todos lados porque esto no puede quedar impune".

“Lo peor es que nos tenemos que cruzar con los familiares que lo cubren, uno de ellos fue partícipe cuando le pegaron a mi papá el año pasado y lo dejaron internado. Viven a dos cuadras de donde vivía mi papá. Y recibimos amenazas pero no son concretas, son de boca en boca", concluyó.