Por: Leonel Manganielo

En la última sesión de la Cámara de Diputados de Nación, Magdalena Sierra renunció a su banca para poder dedicarse de lleno a su nuevo rol cómo Jefa de Gabinete de Avellaneda, lugar que quedó libre luego de que Alejo Chornobroff pasará a la intendencia cuando el marido de la funcionaria, Jorge Ferraresi, dejó su cargo. Desde la oposición local, apuntan a que esto es una estrategia para que ella sea la candidata del oficialismo en 2023.

“Sierra tiene a su cargo hace tiempo el Observatorio Social de Políticas Públicas, que es por donde pasa todo lo que es de acción social, ya venía manejando eso mientras su esposo era intendente. Él está de licencia pero necesita seguir manteniendo la caja evidentemente y por eso élla renuncia a su banca para estar cómo Jefa de Gabinete”, disparó la concejal por Juntos por el Cambio Berta Núñez.

En charla con Política del Sur, la titular de la Coalición Cívica de Avellaneda consideró que “claramente está en una campaña feroz desde hace tiempo” y señaló que el intendente Chornobroff “nunca sale solo, siempre está con élla”.

“La están instalando para ser la nueva candidata a intendenta, quien elijan es problema de ellos, pero lo que me molesta es que utilicen las herramientas del Estado de manera propagandística para instalar a Sierra cómo candidata, que todo se haga con un halo de propaganda y no cómo una acción real y concreta para beneficio de los vecinos. Es lamentable”, subrayó.

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Violencia de género

Por otro lado, la edil se mostró molesta “por el uso del dolor ajeno”, luego de una convocatoria de La Cámpora para marchar bajo el lema “sin reforma judicial no hay ni una menos”. 

#Basta de usar el dolor del otro. Habrá #NiUnaMenos si las agencias del Estado estarían presente como corresponde con una protección integral. DEJEN DE ENGAÑAR y de hacer POLITICA BARATA. #BastaDeMentiras https://t.co/JQwY0OM4q0

— Berta Núñez (@BertaNez) February 16, 2021

Al respecto, subrayó que “los asesinatos y las agresiones se vienen dando cada vez con mayor frecuencia e intensidad” y se lo atribuyó a que “no están funcionando cómo corresponden las agencias del Estado que deberían hacer un seguimiento de tal modo que puedan proteger a la víctima y tratar de entender y comprender el funcionamiento sobre el entorno y no estar esperando soluciones solo con un botón antipánico o una orden de restricción”.

En ese sentido, consideró que “no es un problema de la justicia, sino político”, ya que “no hay una protección real, hay títulos” y sostuvo que “hay un montón de funcionarios en esas áreas que producen mucho gasto para estar sentados detrás de un escritorio en lugar de salir a trabajar con las víctimas cómo corresponde”.

“Eso me indigna porque después lo politizan partidariamente. Cada vez se profundiza más la violencia y la única manera de proteger a la víctima es que los organismos funcionen. Tiene que haber una reforma, se debe trabajar siempre con un equipo interdisciplinario, tiene que haber guardias de emergencia, una mayor predisposición y vocación de servicio y no porque sea feriado no atiendan”, concluyó Núñez.