Candelaria Medina, la joven de 20 años que sobrevivió de milagro a un disparo en la cabeza en Ingeniero Budge, evoluciona favorablemente mientras permanece internada a raíz de la grave herida. La víctima ya pasó las horas más críticas de su internación y podría ser dada de alta la semana próxima, aunque tendrá que afrontar algunas secuelas a raíz del ataque.

“Lamentablemente mi hermana va a tener que vivir con las esquirlas en la cabeza, porque no se la pueden sacar”, lamentó su hermana, Magalí Medina, quien informó que “Cande”, como la llaman sus seres queridos, se encuentra mejor, tras varios días en los que estuvo en terapia intensiva y su vida corrió serio riesgo. “Ella sigue evolucionando favorablemente y le siguen haciendo estudios para tenerla controlada”, afirmó.

Mientras tanto, el presunto autor del hecho ocurrido el 21 de noviembre sigue tras las rejas y la familia de Candelaria espera que continúe en esa condición hasta la llegada del juicio oral. “No queremos que llegue al juicio en su casa porque va a buscar la forma de fugarse”, expresó Magalí.

De acuerdo al relato de los vecinos del barrio, se trata de un peligroso delincuente identificado como Cristian Alejandro Benítez (30), pero conocido en la zona como “Arenita”, quien tenía atemorizado al resto de la gente por los constantes robos a mano armada que se le atribuyen.

El hecho ocurrió el sábado 21 de noviembre a la noche sobre la calle Saladillo, entre Canadá y Quesada, cuando la joven salía de un cumpleaños. “Se estaba peleando o robando, no sé bien, pero sacó el arma y empezó a los tiros y uno le dio a mi hermana, que salió a la vereda a buscar a una amiga”, explicó Magalí.

Más allá de la gravedad de lo ocurrido, la muchacha aclaró que no se trata de un hecho aislado y advirtió que el sospechoso “tiene varias causas” y que ese mismo día “siguió como si nada robando toda la noche”. “El siempre hace estas cosas, tenía muchas causas y estaba libre”, manifestó.

La causa a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, está caratulada como “lesiones graves y abuso de arma de fuego”.