Por: Leonel Manganielo

¿Vamos hacia un mundo sin moneda? comienza preguntando el informe de la Fundación Buenos Aires XXI, que analiza cómo en nuestro país y en el resto del globo, cada vez hay una mayor utilización de las transferencias electrónicas para realizar pagos tanto por una cuestión de facilidad, cómo por imposiciones de los gobiernos y las entidades bancarias.

“En nuestro país cada vez resulta más común utilizar el celular, la computadora o el monedero electrónico, para realizar pagos, pero aún el sistema no es utilizado para cancelar cuentas poco significativas, excepto la tarjeta SUBE que se utiliza para viajar en transportes públicos. Ya no resulta posible pagar ciertos impuestos si no es a través de una transferencia electrónica, utilizando los diversos aplicativos disponibles”, señala el secretario del comité ejecutivo de la fundación Carlos Ragonesi, en el informe económico de noviembre.

Además, detalla que “según datos suministrados por la economista Candelaria Botto, el 40 por ciento de la economía de la Argentina se realiza en efectivo, pues no se utiliza factura o documento equivalente, según las normas fiscales”, pero el autor añade que “en los últimos cinco años, se han incrementado las operaciones donde no se requiere de un cajero humano”.

El mundo

Asimismo, relata que sucede en el mundo respecto de este tema y ejemplifica que el Partido Socialista Obrero Español, “propuso en la legislatura la eliminación del efectivo hasta su desaparición definitiva”, que el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, propuso “multar a los ciudadanos que realicen más de 70 por ciento de sus gastos en dinero en efectivo” y que si bien el Banco Central Europeo “no está de acuerdo con este tipo de medidas”, en enero de 2019 “dejó de emitir billetes de 500 euros y dispuso un límite de 2.500 euros para los pagos en efectivo entre individuos”.

Continuando con el informe, añade que el Banco Central de Suecia “tiene planeado la eliminación del papel moneda y de toda transacción en efectivo y suplantarlos por una criptomoneda de curso legal” y afirma que Dinamarca también está “muy cerca de eliminar el efectivo”.

“El Banco Central de Inglaterra anunció la eliminación de sus reservas del billete de 500 euros, uno de los más grandes del mundo. Existen publicaciones en la web que indican que la Reserva Federal de los Estados Unidos está diseñando una moneda digital con la intención de acentuar el control social. En China la eliminación del efectivo va a pasos acelerados. En la India, el primer ministro Narendra Damodardas Modi, creó decenas de municipios prohibiendo el uso de efectivo y existe un ministerio del gobierno creado específicamente para impulsar el no uso del dinero físico”, suma cómo ejemplos y subraya que “entre el 80 y el 95 por ciento de la población europea que oscila entre los 18 y 24 años dejó de usar efectivo”.
 

Si bien se reconoce que uno de los argumentos a favor de la eliminación del efectivo es la de robos, enfatiza que “el principal y grave problema que presenta el dinero electrónico, es el ataque cibernético”, y lo fundamenta al citar que “en Holanda, el sistema de análisis de Europol, detectó 1008 casos de malware en China, 887 en los EEUU, 95 en Rusia, 77 en Canadá y 72 en Japón, entre otros menores”.

Inconvenientes

Una de las cuestiones en la que se hace hincapié es que la finalización del dinero físico es una gran oportunidad lucrativa para los bancos ya que “cuando el sistema no tenga vuelta atrás podrán cobrar comisiones mucho más caras” y asegura que pandemias cómo la del Covid -19 aceleran este proceso “porque la gente se debe habituar, en forma compulsiva y obligada a utilizar medios electrónicos de pago”. Por este motivo, se pregunta “¿No es una buena razón para decidir la erradicación del sistema bancario de manos privadas?”. 

Otro de los problemas en los que se pone el foco es “en la captura de datos” al aceptar usar un software financiero ya que el usuario “pierde el control del destino final de los mismos”. “Si se pagara el periódico con una tarjeta, la misma podría develar la sintonía política del usuario; aquellos que compran prendas de vestir siguiendo ciertos postulados de la moda, van a tener los mails inundados de ese tipo de prendas; aquellos que pagan la cuota de adhesión a la iglesia o templo que frecuentan están develando su identidad religiosa”, advierte.

   Leer más: Informe de agosto 2020: Expectativas para después de la pandemia

En el informe también describe el crecimiento de las criptomonedas, cómo el Bitcoin  o la Libra de Facebook, que se compran con dinero real y escapan de las regulaciones de los bancos centrales.

Ya cerca del final enumera los pros y las contras del reemplazo del dinero efectivo por el digital. Entre las ventajas destaca que “se eliminarían los delitos que persiguen efectivo, se impide que se transmitan virus y bacterias, se eliminan los costos de impresión de moneda, así cómo el de transporte almacenamiento y custodia, desaparecería la economía oculta, y serían más rápidas las transacciones”.

De todas maneras, según el autor, son mayores sus desventajas: “Ciertas personas, cómo las de avanzada edad, presentan problemas para manejarse con la informática; Las zonas donde la conexión no es eficiente, aparecerían dificultades para efectuar pagos; Ante un corte de luz o un ciberataque, los consumidores quedarían sin la posibilidad de comprar nada; Los discapacitados tendrían problemas para entender y operar transacciones y los no videntes no podrían usar el sistema; Ante un robo de un hacker, se podría perder todos los ahorros; Los bancos serían los grandes beneficiarios, que tendrían un control total sobre las masas monetaria; Y en caso de una corrida bancaria, el corralito financiero se podrá establecer en forma instantánea promoviendo desde el software la prohibición del uso de los sistemas de transferencias monetarias”.

“Cuanto mayor sea la bancarización, mayor será la posibilidad de creación de moneda virtual, lo que, en buen romance significa dar a los bancos el poder de manejar la economía de un país. El capital financiero se está preparando para manejar nuestro dinero. ¿Nosotros nos estaremos preparando para ser sus esclavos?”, sentencia.

Para finalizar, Ragonesi cita al ex presidente de Estados Unidos Tomas Jefferson en una exposición ante el Congreso en 1802: “Creo que las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que los ejércitos permanentes. Si el pueblo norteamericano alguna vez permite a los bancos privados controlar la emisión de su moneda, primero por medio de la inflación y luego por la recesión, los bancos y las corporaciones que crecerán alrededor de ellos, privarán al pueblo de toda propiedad hasta que sus hijos se despertarán sin techo en el continente que sus padres conquistaron. El poder de emisión debería ser retirado a los bancos y restaurado al pueblo, a quien pertenece en propiedad”.