Durante el tiempo que vivió en su país, Figuereo Pérez fue miembro de las fuerzas especiales de la Policía Nacional de República Dominicana, es decir, que se trata de un hombre con amplios conocimientos en armas de puño y distintos procedimientos. A través de INTERPOL, los investigadores establecieron que el mismo sujeto era un fugitivo de la ley con un pasado criminal a cuestas. 

Según pudo averiguar Política del Sur, su primer homicidio había sido cometido en el 2016 antes de fugarse a Chile, donde permaneció hasta el 2018, cuando cometió otro crimen similar con arma de fuego. 

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De acuerdo a la versión que le había dado a la familia de Noelia antes de huir, tanto ella como él habían sido víctimas de un intento de robo en la vía pública de la cual resultó baleada la joven. Sin embargo, la Policía Científica que trabajó en el departamento de la calle Italia al 1600 de Burzaco donde convivió la pareja, comprobó que en el lugar había huellas de sangre que habían sido tratadas de borrar. 

De esta manera, se estima que el escenario del crimen había sido en el interior de esa vivienda alquilada. 

Mientras tanto, Figuereo escapaba en un auto Pointer blanco abandonado en Yapeyú y San Martín de la localidad de Glew donde fue hallado el 10 de septiembre. Fue registrado por las cámaras de seguridad de la municipalidad de Almirante Brown regresando caminando en sentido contrario al sitio donde descartó, junto a un cómplice identificado en la investigación como Hanser Stiward Fortuna Mora (28), alias “Dery el Supremo”. 

Después de tres allanamientos negativos en Burzaco, cayó ayer a la madrugada en compañía de una mujer que aportó una identidad falsa y nacionalidad colombiana para retirar el dinero, que también quedó aprehendida por encubrimiento.