En un mercado de pases complejo, los jugadores de fútbol del ascenso buscan la seguridad de tener un trabajo estable, y a la vez, poder sumar minutos en el club en el que estén. Lucas Angelini, lateral por izquierda que militaba en Temperley, decidió emigrar del Gasolero -club del que es hincha- para continuar su carrera en Colegiales.

"Se comunicaron conmigo hace aproximadamente un mes, cuando se terminó el contrato, y me dijeron que querían contar conmigo para renovar. Lo había tomado bien, la idea era seguir, pero después me llamaron de Colegiales, un técnico que me conoce. Tomé la decisión de bajar una categoría para sumar los minutos que me habían faltado el semestre pasado. La idea es hacer un buen torneo y en la finalización del próximo poder reincorporarme en el club o volver a la categoría", explicó Angelini sobre su salida.

Dolido por irse del club del que es hincha, expresó: "Hay momentos de la vida que hay que saber diferenciar el fanatismo con el trabajo. Tengo 25 años, estaba acostumbrado a jugar en San Martín de Burzaco, y este semestre estuve más parado de lo habitual. Puse todo en la balanza, fue un año de mucho aprendizaje, pero era momento de bajar una categoría para volver a agarrar la titularidad, mostrarme y el día de la mañana volver acá, que es el club que quiero."

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Angelini, de 25 años, decidió emigrar luego de la salida de Sebastián Prieto en el lateral izquierdo y de la llegada de Luciano Balbi como refuerzo en el andarivel zurdo. Al respecto, detalló: "Cuando se fue Seba, estaba a la expectativa, sabía que iban a traer otro lateral. Lo hablé con el ayudante de campo y le di a entender que no me sentía menos que el refuerzo, pero en mi situación no estaba para pelear o estar parado seis meses más, no lo veía necesario. En este club sé que el técnico me conoce. Ojalá juegue. Obviamente, ninguno tiene la remera asegurada, pero es una pelea un poco más accesible para mostrarme, con más continuidad."

En ese contexto, explicó cómo es que llegó a Colegiales, club donde dirige Facundo Argüello, ex DT de la reserva de Temperley: "Se comunicó Facu (Argüello) conmigo, quería un tres de mis características, quería contar conmigo hace un montón. Está todo casi cerrado de palabra. En este momento de mi vida pongo como prioridad jugar, lo voy a hacer de la mejor manera en este torneo y el que viene porque voy por 18 meses. Obviamente, estoy triste de irme del club del que estoy cómodo, pero tengo que priorizar la parte de mi trabajo", precisó.

Por otra parte, sin ocultar su fanatismo por Temperley, habló de la posibilidad de jugar contra Los Andes en la Primera B Metropolitana: "Me genera muchísimas ganas, sé que jugaron en la cancha de Los Andes, que es lo que tenía ganas de jugar. La última vez que jugué fue en novena y nunca le pude ganar", comentó.

Su balance en Temperley

Angelini llegó a Temperley en junio de 2019, proveniente de San Martín de Burzaco, donde había tenido una temporada muy buena. Sin embargo, en el Gasolero no pudo jugar mucho, quedó fuera de los concentrados en la mayoría de los partidos, y cuando Sebastián Prieto no pudo estar, el técnico optó por Marcos Martinich en el lateral izquierdo, pese a que el defensor era central.

Con ese contexto, Angelini explicó: "Cuando arreglé con Temperley, sabía dónde me estaba metiendo. Sabía que el lateral izquierdo estaba bien compuesto, lo conocía a Seba (Prieto), me hice muy amigo de él y sabía que me iba a tocar pelear el puesto contra el mejor tres de la categoría. Pero no sólo se agarra jerarquía estando entre los once titulares, sino que se aprende siendo parte de un plantel con los nombres que teníamos nosotros. Se aprende desde cualquier aspecto, desde el vestuario hasta la cancha de fútbol."

"La pasé bien, fue uno de mis mejores años, conocí mucha gente, estuve en mi club, me puse la ropa que en otra época me tenía que comprar y estuve muy cómodo. Fue un año altamente positivo, he aprendido muchas cosas, me siento el doble físicamente de cuando estaba en Burzaco, técnicamente también. Estoy contento y agradecido. Lo veo como un préstamo para volver y asentarme con la número tres", aseguró Angelini.

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Además, valoró la relación con el plantel, y contó: "Son todos jugadores de jerarquía adentro y afuera de la cancha, es un grupo sano, divertido, la pasábamos bien. Íbamos una hora y media antes de entrenar para estar en el vestuario compartiendo mates. No sólo los jugadores, los utileros, los dirigentes, son gente que ya conocía y ahora los conozco de otro lado y siempre nos dieron las comodidades que necesita un jugador del fútbol para el día a día. Me faltaba conocer del todo al club para terminar de enamorarme, y así fue. Me queda esa espina que estoy seguro para poder volver y llenarla."

Por último, explicó por qué no pudo rendir con la camiseta celeste: "Creo que me faltó la oportunidad de tener la remera y demostrar que estoy a la altura. No me siento menos jugador que Seba (Prieto), pero llegué a un lugar de confort de él. Me tocó llegar a un lugar donde tenés que pelear el doble la remera porque él venía de jugar dos torneos, hacer seis, siete goles y jugó la semifinal de la Copa Argentina. Sin embargo, saltar de la C a la B Nacional y al club del cual soy hincha era más importante que pelear el puesto. Era un detalle mínimo en ese momento."