El precio de la carne: un problema que preocupa y pone al Gobierno a pensar soluciones

Cualquier vecino que recorra los mercados y carnicerías para llevar comida a casa sabrá que el precio de la carne se elevó sin frenos durante el último año y, solo el último mes tuvo una suba de 6 puntos porcentuales pese a los acuerdos y la decisión de suspender las exportaciones.

Por eso, días atrás el gobierno de Alberto Fernández decidió suspender las exportaciones de siete cortes que son los más populares para la gran mayoría de las familias argentinas y aseguró que se amplió el acuerdo por cortes a precios bajos. Así, la tira de asado quedó a $359 el kilo; el vacío a $499, el matambre a $549, la cuadrada a $515, la tapa de asado a $429, la carnaza a $379, la falda a $229, el roastbeef a $409, el espinazo a $110, la carne picada común a $265 y la paleta a $485 el kilo.

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“Cuando se analiza el incremento del 76% interanual, muy por encima del acumulado de la inflación, queda claro que alguna resolución se tenía que tomar porque la carne es esencial para el consumo y estaba incrementándose en valores muy altos, incluso con los acuerdos previos. Lo que permitió la suspensión de la exportación es ver y darle mayor trazabilidad a un sector que estaba bastante opaco y necesitaba ser revisado y, por otro lado, lograr un acuerdo de mayor comercialización de toneladas para el consumo interno”, dijo a PDS, Florencia Gutiérrez, analista económica del CEPA.

En ese sentido, la especialista especificó que, en adelante, la carne ya no tendría por qué incrementar sino mantenerse en una línea, además de que el Plan Ganadero que presentó el gobierno permitirá aumentar la producción y eso generará una mayor oferta, por lo que no debería mantener la recta en alza.

“Creo que es importante establecer cupos para abastecer el mercado interno porque hay que garantizar una cantidad, creo que es fundamental, los acuerdos por cortes a precios populares también es bueno, el camino es por ahí. Se podrían aumentar las retenciones pero hay que ver el impacto final, creo que garantizar un cupo tiene que ser una política que debe seguir en adelante”, marcó Gutiérrez.

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Según el análisis del CEPA, hubo aumentos del 6,6% en el peceto; 6% en la bola de lomo; 6% en el lomo; 5,7% en la colita de cuadril;  5,6% en la cuadrada, 3,5% en el matambre y 4,5% en el vacío. Asimismo hubo incrementos del 7,2% en el bife angosto; 7,5% en la picada especial; 8,7% en la común; 4,5% en la tapa de nalga y 4,5% la tapa de asado.

“En Argentina hay una cultura inflacionaria que se ha instalado, se aumentan los precios por las dudas y se ha dolarizado prácticamente toda la economía, lo que es un desatino. Cerca del 50% de la carne se exporta y el exportador pretende colocar el resto de la carne a valor internacional en el mercado interno, dolarizar el precio de la carne en el mercado interno es una política agresiva contra los derechos de los consumidores”, dijo a PDS, Héctor Polino, de Consumidores Libres.

En ese plano, el referente destacó que hace 15 años se consumía alrededor de 75 kilos de carne por persona al año, mientras que hoy se consume 42,5 kilos por persona al año, una disminución que responde a los altos aumentos que sufrió el producto a lo largo del tiempo.

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Por ello, consideró que el Gobierno nacional debe tomar medidas “que desacoplen los precios del mercado interno de los que rigen a nivel internacional” y que habrá que esperar un tiempo para evaluar qué efectos producen en el mercado.

“Ahora se anunció que se va a poder conseguir algunos cortes en los supermercados con precios accesibles, esperamos que se cumpla. Estos precios no se van a encontrar en las carnicerías del barrio, por lo que esta medida puede favorecer a los consumidores pero va a perjudicar a los comerciantes y favorecer a las grandes cadenas porque el consumidor no va a ir a la carnicería a buscarlos”, evaluó Polino.

En esa línea, la analista del CEPA marcó que “a priori” y pese a que es un anuncio reciente, esta decisión de apostar a las ferias barriales y los mercados ambulantes, “es muy importante que pase porque el acuerdo es con un gran exportador que abastece a los supermercados y no es la realidad de sectores que consumen en las carnicerías de barrio, que el Estado ponga herramientas para acercarlos a través de las ferias es central y a eso hay que apuntar, además puede establecer una referencia de precios, creo que es muy importante”.