Caso Rodrigo González: su familia espera que este año eleven la causa a juicio

El 18 de marzo se cumplieron siete meses del crimen de Rodrigo González (35), baleado en agosto de 2019 en el marco de un hecho de inseguridad ocurrido mientras festejaba el cumpleaños de un familiar en una casa de Temperley. En medio del dolor, su familia espera que la causa sea elevada a juicio este año. 

“Queremos confiar en la Justicia y pensar que va a tener una condena justa”, expresó a Política del Sur la cuñada de la víctima, Soledad Acuña, en referencia al detenido y único imputado que tiene la causa, Gabriel Castro (41), acusado de ser el autor material del disparo que terminó con la vida de Rodrigo. 

En una entrevista exclusiva con PDS, la mujer se mostró apenada por el nuevo aniversario del asesinato, aunque se manifestó esperanzada en que la investigación sea elevada a juicio antes de fin de año y obtener la pena máxima. “Tenemos todo a favor para llegar al juicio y que se lo condene”, afirmó. 

“La verdad, esto es devastador para nosotros, y sería peor aún tener un resultado adverso en el juicio”, advirtió Soledad, que recordó cómo fue la tragedia: “Estábamos en mi casa festejando el cumpleaños de mi mamá. Cerca de las nueve de la noche empezamos a escuchar tiros y nos resguardamos como pudimos, pero una de las balas le pegó en el pecho a Rodrigo”, contó. 

El momento al que hace mención la testigo presencial del hecho es el ocurrido el 17 de agosto de 2019 en una vivienda ubicada en Zuviría al 400, en Temperley, donde un sujeto, que sería Castro, pasaba por el frente cuando efectuó varios disparos en medio de su escape de un intento de robo frustrado del que resultó herido de bala. 

“Sin mediar palabra ni nada, empezó a los tiros en frente de mi domicilio”, recordó Soledad. Una de las balas detonadas atravesó el vidrio de la ventana e impactó en el pecho de Rodrigo, que falleció horas más tarde en el Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora. Desde entonces, su familia encabezó varias movilizaciones para pedir Justicia y reclamar seguridad. 

“La inseguridad sigue siendo la misma o peor. Cuando la situación económica más se agrava, más salen al acecho los chorros”, opinó sobre la situación actual. 

En su declaración indagatoria, Castro habría negado ser el autor de los disparos, aunque reconoció ser la persona del buzo rojo que registró una cámara de seguridad de la zona. Tampoco aportó información de su cómplice, quien escapó en dirección contraria a la suya luego del enfrentamiento armado que mantuvieron con un expolicía retirado que se resistió al robo de su auto instantes antes de la muerte de Rodrigo. 

“También reconoce que después salta la reja de un vecino, lo encierra en el baño y le roba su auto para escapar”, comentó Soledad, consultada sobre el raid delictivo del que se lo acusa al imputado. 

Tras la visualización del momento en que se escapó corriendo y la difusión de un identikit, Castro cayó en una vivienda del partido de La Matanza que sería propiedad de sus padres. Al momento de su arresto, los investigadores estimaron que el prófugo tenía intenciones de fugarse del país. 

Desde entonces, permanece tras las rejas a la espera de ser juzgado bajo la carátula de “robo agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa y homicidio criminis causa”, delito que, en caso de comprobarse, prevé la pena de prisión perpetua.