Debido la superpoblación carcelaria, sumado a la crisis sanitaria que afecta al servicio penitenciario de todo el país en época de cuarentena obligatoria para evitar la propagación del Coronavirus, los abogados de Marcos Bazán solicitaron un hábeas corpus para que se reconsidere la situación procesal de su defendido, a la espera de la continuidad del juicio por el crimen de Anahí Benítez. 

Afirman que la situación en la Unidad Penitenciaria 40 de Lomas de Zamora, donde Bazán cumple prisión preventiva, se volvió “insostenible”, ante la ausencia de elementos básicos de higiene, hacinamiento en las celadas, falta de alimentos e interrupciones en el servicio de agua potable, entre otros problemas graves. Por ende, piden la prisión preventiva. 

“Pedimos la prisión domiciliaria, primero, porque no hay ninguna prueba en su contra que se haya podido demostrar durante el juicio, porque no la tiene, y a esto se le suma la situación que se está viviendo en la cárcel”, estimó a Política del Sur su novia, Florencia. 

Por otra parte, desmintió que los familiares puedan llevarles comida a los reclusos, tal como había resuelto el ministro de Justicia y Derechos Humanos bonaerense, Julio Alak, como medida para reducir la tensión en las cárceles por las condiciones de aislamiento.

“Es mentira que están dejando ingresar comida, y es por esto que la defensa de Marcos promovió una denuncia contra el Sistema Penitenciario Bonaerense, el Ministerio de Justicia y el gobernador de la provincia de Buenos Aires”, afirmó. 

“Tampoco tienen cómo higienizarse. Además, a los familiares y amigos nos desinforman desde el penal al decirnos que podemos llevar lo que ellos necesitan, que en realidad no son los que corresponde”, expresó a este medio la joven pareja del detenido, y agregó que “por si fuera poco, hoy (por ayer) les dieron para comer carne en descomposición”. 

La solicitud fue realizada el miércoles al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 de Lomas de Zamora, a cargo de llevar adelante los debates probatorios en los que Bazán es juzgado por su presunta participación en la desaparición y posterior homicidio de la joven estudiante del ENAM de Banfield. 

La Corte Suprema de Justicia Bonaerense había declarado un asueto hasta el 31 de marzo ante el riesgo de la propagación de la pandemia, por lo que las jornadas de testimonios quedaron suspendidas hasta nuevo aviso. 

Previo a ello, el magistrado había apartado del actual proceso al otro imputado, Marcelo Villalba, quien será juzgado en otro juicio debido al cuadro de esquizofrenia que padece.

La determinación fue anunciada tras la declaración de los peritos a cargo de los análisis psicológicos del detenido, quienes consideraron que Villalba no estaba “en condiciones de ser juzgado en un proceso judicial”.