

Comienza este martes el juicio contra Diego Javier Clementi, el ginecólogo acusado de abuso sexual en el Centro Médico de la Mujer de Burzaco. En diálogo con Política del Sur, sostuvo su inocencia, y aseguró que sería víctima de una red de funcionarios bonaerenses y nacionales que usarían sus cargos para incitar denuncias de manera extorsiva, tal como habría ocurrido con Pablo Ghisoni.
"Me opuse al juicio abreviado porque soy inocente, y a pesar de lo desgastante que es todo esto, tengo las agallas para ir a fondo y demostrarlo", expresó el médico, en charla exclusiva con este medio.
El caso de Ghisoni, el reconocido médico obstetra de Temperley que sufrió una falsa denuncia de abuso, fundó un precedente en la Justicia argentina respecto a las causas armadas por grupos radicales, que se aprovechan de la ideología de género para hacer "caja política".
Para el fiscal Jorge Bettini Sansoni, detrás de la falsa acusación contra Ghisoni hubo un conjunto de personas, agrupaciones y peritos pagados que fueron funcionales a la maniobra perpetrada por Andrea Vázquez y permitieron el avance de la causa sin dar lugar a aquellos que la cuestionaban.
Con un modus operandi similar, Clementi, el ginecólogo que será juzgado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Lomas de Zamora, habría sido parte de una extorsión que comenzó en 2017, con la insólita denuncia de una mujer. La misma habría sido archivada, pero en un giro inesperado, la causa fue reactivada.
En su descripción de los hechos, la presunta damnificada habló del uso de un espéculo, un instrumento típico, cuya función principal es permitir que el médico examine la vagina y el cuello del útero para detectar anomalías y prevenir enfermedades. "Con ese criterio, entonces todas las pacientes que atendí fueron abusadas", advirtió Clementi.
A pesar de que parecía absurdo, el relato se transformó en prueba, y en la causa que tramitaba en la UFI 9 de Lomas especializada en violencia de género y familiar, se sumaron los testimonios de otras damnificadas que describieron otras ataques de índole sexual entre 2017 y 2022. Para entonces, los escraches ya eran una práctica habitual y la presunción de inocencia pasó a segundo plano.
Posteriormente, las denunciantes comenzaron a ser patrocinadas por Claudia Perugino, la abogada querellante del caso, que en más de una entrevista con el programa radial Política del Sur, sostuvo la culpabilidad del procesado y aseguró que "hay más víctimas que no se animaron a hacer la denuncia".
La letrada habría articulado las denuncias a través de una convocatoria por redes sociales, en donde se organizaban para formalizar judicialmente las acusaciones contra Clementi.
La mecánica de los abusos denunciados por las mujeres que asistieron a consultas médicas con Clementi, se describe como similar en varios casos. Durante sus relatos, afirmaron que se aprovechó de su posición de médico para realizar actos como besar cerca de la boca, hacer que las pacientes se desnudaran frente a él, o tocar sus partes íntimas sin justificación terapéutica.
Sin embargo, algunas de las supuestas afectadas habrían sido convencidas para denunciar a Clementi, a cambio de cobrar el Programa Acompañar, del cual ella era coordinadora nacional mientras llevaba a cabo su rol de abogada de las víctimas.
A esa altura, uno de los puntos claves desestimados por la Justicia durante la etapa de instrucción del caso fueron las tres pericias técnicas que demostraron la inocencia del acusado de forma contundente. Así también lo determinó el Colegio de Médicos de la provincia de Buenos Aires.
"Me arruinaron, después de los escraches se fundió el Centro Médico de la Mujer, donde teníamos casi 5 mil pacientes", recordó Clementi, que actualmente vive medicado, tras ser diagnosticado con estrés postraumático. "Ya no me queda nada", lamentó.
Mientras esperaba el juicio, sobrellevó diariamente la difícil situación que lo afectó emocionalmente a él y a su familia por la constante persecución, trabajando con su matrícula habilitante. Su trayectoria lo avala: durante los años de ejercicio de la profesión en gineco oncología quirúrgica, tanto en el ámbito público como privado, salvó la vida de pacientes que defienden su inocencia. Además de su etapa en la clínica que heredó de su familia, fue jefe del sector de ginecología del Hospital Evita de Lanús, y también es docente asociado en la UBA.
Tras la confirmación del proceso judicial en el que será juzgado, el TOC 3 de Lomas estableció un cronograma que incluye tres jornadas principales: el 14, 20 y 23 de octubre, a fin de que testigos, peritos y víctimas puedan dar su versión en un entorno protegido y bajo supervisión de la justicia local. La primera comenzará a las 9 horas.