

A partir de la derogación de la Ley de Alquileres, la situación de las familias que alquilan se complica cada vez más. Política del Sur conversó al aire con Gervasio Muñóz, presidente de la Federación de Inquilinos Nacional, quien dio más detalles de la dramática situación a la que están sometidos.
Destacó que con la Ley de Alquileres, aprobada en 2020, “los alquileres no superaban la inflación, con una inflación altísima, obviamente, pero la ley actuó como un límite a los aumentos de los alquileres”. Sin embargo, a partir de la derogación, en diciembre del 2023, “el precio del alquiler quintuplicó la inflación, según datos del INDEC”, remarcó.
En este marco, detalló que “en el mes de mayo, la inflación fue de 1.5% y los alquileres aumentaron 7.2%”, según datos oficiales.
En esa línea explicó que los contratos son cada vez más cortos, con aumentos trimestrales y que “es muy difícil sostener el pago”. También sostuvo que hay endeudamiento de los hogares inquilinos para comprar alimentos e incluso “un sector muy importante de los hogares inquilinos no pueden hacer las cuatro comidas”.
Asimismo, sseguró que además de la situación económica en general, los inquilinos deben ocuparse de todos los gastos: expensas, reparaciones del edificio, impuestos, etc. “Esas son las condiciones que fija el mercado libre, cuando se autorregula, se autorregula en beneficio propio”, lamentó.
Según los datos relevados por la Federación, “en junio el 60% de los haberes inquilinos destina entre el 30% y el 50% de los ingresos totales del hogar”, para pagar el alquiler. En ese sentido, recalcó que el alquiler de un monoambiente está alrededor de $400.000, mientras que un departamento de tres ambientes, ronda los $800.000 en promedio.
Por otro lado, manifestó que el mercado inmobiliario “expulsa” inquilinos con el precio de los alquileres, cuando “tenés en la Argentina millones de viviendas vacías para especular”. Y reafirmó que esto pasa cuando “el Estado no decide, decide el mercado. Y cuando el mercado decide, es en función de sus intereses y las consecuencias son gravísimas”.
Subrayó que no hay ningún organismo estatal que atienda el reclamo de los inquilinos, ya que el ex Ministerio de Hábitat desapareció. “Además el gobierno nacional está lleno de funcionarios que pertenecen al mercado inmobiliario”, reveló.
“Es mentira que el Estado desaparece o se achica, en realidad le entregaron el Estado al poder económico”, señaló Muñóz quien explicó que la Agencia Nacional de Bienes del Estado está en manos de Eduardo Elsztain, uno de los empresarios inmobiliarios más importantes del país.
Finalmente, observó que “hoy sobran viviendas. En la ciudad de Buenos Aires hay una vivienda por cada 2 personas. Hoy no hay déficit habitacional, no hace falta construir más. Lo que existe es una mala distribución de las viviendas”.