Por: Juan Bautista Vega

El acuerdo está sellado: La Libertad Avanza (LLA) y el PRO competirán juntos en la provincia de Buenos Aires. La reunión clave se dio esta tarde en la Casa Rosada y participaron figuras de peso: Karina Milei, Sebastián Pareja por el lado libertario; Cristian Ritondo y Diego Santilli por el PRO.

Aunque aún se está discutiendo el formato exacto –frente común, colectora o boleta única– el mensaje fue claro: el objetivo es sacar al kirchnerismo del poder en territorio bonaerense.

“La unidad es prioridad”, repitió Ritondo al salir del encuentro. Y lo más importante: aseguraron que las listas se armarán con los mejores candidatos, sin importar de qué partido vienen. Una apuesta a las personas, no a las estructuras partidarias, dijeron.

¿Qué hay detrás del acuerdo? Una jugada clave para ambos espacios

El pacto no es solo una foto. Es una movida que redefine el tablero político. Para LLA, significa sumar músculo territorial en la provincia más difícil del país, aprovechando la estructura del PRO.
Para el PRO, representa una manera de mantenerse competitivo, después de la paliza que les dio Milei en las últimas elecciones porteñas.

Además, este principio de alianza deja algo en claro: Karina Milei pisa fuerte en el armado bonaerense. Pese a las diferencias internas con Santiago Caputo, que tiene otra visión política y comunicacional, la hermana del Presidente avanza con Pareja como su principal hombre en la provincia. Pareja, por su parte, no descartó sumar incluso a sectores de la UCR que quieran sumarse al cambio.

La presión ahora está del otro lado: ¿Kicillof y CFK unidos?

Con este acuerdo sellado, el peronismo bonaerense entra en modo alarma. La unidad del PRO y LLA mete presión a Axel Kicillof y al kirchnerismo duro. La pregunta ya no es si deben unirse, sino cómo y cuándo.

¿Podrán Kicillof y Cristina dejar las diferencias de lado y cerrar un frente común? ¿O la interna los terminará dividiendo justo cuando más necesitan mostrarse sólidos?

Esta nueva alianza ya empieza a mover piezas y a sacudir el tablero. Falta definir el cómo, pero el qué ya está claro: LLA y el PRO jugarán juntos en la provincia. Y en un año electoral, eso es mucho decir.