jueves 22 de mayo de 2025 - Edición Nº2360

Gremiales | 30 abr 2025

EDUCACION PUBLICA

Gremios universitarios del sur del conurbano se pronunciaron contra “el cipayismo” del gobierno nacional

Trabajadores y docentes de las universidades de Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora y Quilmes elaboraron un documento conjunto donde criticaron el modelo que lleva adelante la gestión libertaria para la educación superior.


Organizaciones sindicales de docentes universitarios de las universidades nacionales de Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora y Quilmes difundieron un comunicado en unidad rechazando las políticas del gobierno de Javier Milei para el sector universitario y del rumbo económico del país. También haciendo una defensa “del rol de las universidades del conurbano bonaerense y el rol estratégico que cumplen en el territorio”. “Desde los sindicatos docentes de las universidades del conurbano sur señalamos la crítica situación que trabajadoras/es docentes, no docentes y estudiantes estamos atravesando. Nos encontramos frente a un gobierno que profundiza la desigualdad y continúa desfinanciando al sistema universitario”, comienzo el comunicado firmado en conjunto por la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (ADIULZA), Asociación de Docentes Investigadores de la Universidad Nacional de Lanús (ADUNLA), Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Quilmes (ADIUNQ) y Asociación Docente de la Universidad Nacional de Avellaneda (ADUNA).

 

“Sin embargo, la Gran Marcha Universitaria del 23 de abril de 2024 dio la pauta de cómo ponerles freno a las políticas de saqueo y de sumisión que quiere imponer el gobierno de Javier Milei junto al FMI. Sólo la unidad de las y los trabajadores y estudiantes, en una nueva alianza popular, puede ponerle fin al cipayismo de quienes nos gobiernan”, añadieron las organizaciones con un posicionamiento común más allá de pertenecer a dos federaciones diferentes como son la CONADU y la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN).

 

“La crisis de 2001 y la movilización popular dieron lugar a un nuevo clima de época, signado por el fin de las políticas neoliberales y un resurgir de un espíritu nacional y latinoamericano. Comenzó así un nuevo contexto en el cual la educación tuvo un rol central en el desarrollo del país, incorporando al sistema universitario a sectores populares, particularmente de nuestro conurbano sur, que hasta ese momento habían sido excluidos”, ampliaron. También destacaron que “a partir de 2003, los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner volvieron a poner a la educación como pilar fundamental para la consolidación de un proyecto nacional. Con una inversión histórica que superó el 6 por ciento del PBI, la más grande que cualquier Estado nacional haya realizado en educación, y destinando además un 1 por ciento del PBI a la consolidación del sistema universitario. Un proyecto de país que promovió un modelo científico-tecnológico y un sistema universitario que aportara a un proceso emancipatorio y soberano, y al mismo tiempo incorporara masivamente a los todos los hijos e hijas de la Patria”.

Dentro de lo que fueron las denominadas Universidades del Bicentenario se crearon la Universidad Nacional de Avellaneda (2009), la Universidad Nacional de Moreno (2009), la Universidad Nacional Arturo Jauretche (2009), la Universidad Nacional de José C. Paz (2009), la Universidad Nacional del Oeste (2010), la Universidad Nacional de Hurlingham (2014), la Universidad Scalabrini Ortiz -San Isidro (2015) y la Universidad de Almirante Brown (2015).

 

Luego recordaron que “en 1972 se crea la Universidad Nacional de Lomas de Zamora que es la primera casa de estudios universitarios del Conurbano. Posteriormente, con el resurgimiento de la democracia y atendiendo demandas locales, otras ciudades del conurbano se organizaron para la creación de universidades públicas que atendieran las necesidades de cada uno de los territorios, poniendo énfasis en ofertas educativas que tuvieran en cuenta ´los importantes establecimientos fabriles de cada región y la creación de carreras poco frecuentadas y/o novedosas´”. “Bajo estos preceptos se crearon las universidades de Quilmes (1989), La Matanza (1989), San Martín (1992), General Sarmiento (1993), Tres de Febrero (1995) y Lanús (1995), que, durante los gobiernos de Néstor y Cristina, experimentaron un fortalecimiento presupuestario para la expansión y mejora de sus propuestas, y la incorporación de estudiantes”.

 

En el documento enfatizan en que la “universidad pública está siendo atacada y desfinanciada, con un presupuesto congelado a los valores de septiembre de 2022, mientras que lo que el Estado Nacional envía apenas alcanza para su funcionamiento. Hoy nos encontramos con obras paralizadas, desfinanciamiento en investigación, dilación en el otorgamiento de becas a estudiantes, achicamiento de actividades de extensión, entre otros problemas”. “Las y los trabajadores docentes de las Universidades del Conurbano Sur continuamos de pie defendiendo nuestras universidades, nuestros derechos y los de nuestros/as estudiantes. Por ello instamos al gobierno de Milei a que dé marcha atrás con las políticas de ajuste y que otorgue los fondos necesarios para que las Universidades funcionen con normalidad”, concluyeron.

 

“El conurbano bonaerense concentra más del 20 por ciento de la población de la Argentina y un 64 por ciento de la población provincial, siendo la región del país con mayor densidad de habitantes y por tanto con mayor población empobrecida. Históricamente, los sectores populares fueron relegados del acceso a la universidad”, indicaron en el documento. “La lógica de las universidades del Conurbano descentraliza, territorializa e incorpora a sus clases populares, y genera las condiciones para que las y los estudiantes puedan acceder al derecho a la educación superior. En el período 2012-2023 la matrícula universitaria creció un 40 por ciento, fenómeno al que contribuyeron las políticas de territorialización y lo que reafirma que sigue siendo para nuestra sociedad la institución que posibilita la movilidad social ascendente”, puntualizaron.

“En nuestras universidades cursan y se reciben las primeras generaciones de profesionales universitarios/as de muchas familias de sectores populares que habitan las periferias del conurbano. Estas, en su gran mayoría, transitan una situación económica que genera la necesidad de trabajar mientras cursan sus estudios”. “Nuestras escuelas preuniversitarias de nivel obligatorio tienen un modelo de inclusión no elitista, a las que acceden jóvenes de barrios vulnerados de la posibilidad de acceder a una educación de calidad, con proyectos pedagógicos que les permitan pensar en un futuro mejor, persiguiendo el principio de la justicia educativa”, concluyeron.

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