viernes 16 de mayo de 2025 - Edición Nº2354

Avellaneda | 29 abr 2025

LA UNIDAD NO ESTÁ EN LAS LISTAS

En Avellaneda ya se evalúa que el peronismo tenga más de una lista municipal

La pela entre Ferraresi y González Santalla se exacerba. El intendente dejó entrever la fractura en el Municipio. La Cámpora defiende “el dedo” de CFK. ¿Cómo puede resolverse una tensión semejante? Avellaneda es un tubo de ensayo para el axelismo.


Por: Ricardo Carossino

La tensión entre La Cámpora y el Movimiento Derecho al Futuro no afloja. Es más por primera vez desde hace mucho tiempo, la discusión de poder se blanqueó abiertamente en la legislatura bonaerense en una discusión por la interna en plena sesión parlamentaria.

El cruce por temas ajenos a la legislatura fue provocado por la referente del intendente Mario Secco, la diputada Susana González y su par cristinista, Facundo Tignanelli. González acusó a La Cámpora de actuar como oposición al gobernador Axel Kicillof y el camporista defendió “el dedo” de Cristina Fernández, dando a las claras que a Máximo Kirchner no le importan las PASO, sino la necesidad de que sea su agrupación la que decida qué candidatos tienen que ir en las listas.

Precisamente este es el nudo en la discusión y donde más se expone la fractura es en Avellaneda, el Municipio desde donde se alimentó la necesidad de que el próximo presidente peronista (si es que llegan a ganar el 2027) no sea un Alberto Fernández, o sea, que no tenga que padecer los vaivenes ideológicos de La Cámpora.

La pelea se vio exacerbada por unos afiches de Cristina Fernández que supuestamente, el intendente Jorge Ferraresi no habría dejado pegar en las calles de Avellaneda. Cierto o no, para La Cámpora fue un modo de mostrar una mística para calentar a sus militantes, pero que en realidad, esa mística de Sierra Maestra ya habría perdido vigencia en medio de un país que debate el estruendoso estilo de Javier Milei.

Fue la misma diputada González quien advirtió este peligro que ven Ferraresi, Secco, Carlos Bianco y Andrés Larroque: “El único motivo (de dilatar las discusiones) era tratar de que Kicillof fuera el Alberto Fernández que tuvimos a nivel nacional”.

Para algunas fuentes consultadas, que tratan de enfriar los rumores de ruptura, lo que se está viendo es una pelea clásica de interna previa a cualquier elección, pero para otros dirigentes, el mal humor es más preocupante de lo que parecería a primera vista.

Muchos en la Tercera Sección tienen claro que la verdadera unidad no se ve en las listas, sino en las urnas. Un dirigente señaló el caso de Lanús donde según él, el peronismo no ganó hasta que la famosa unidad que se pregonaba públicamente no se vio volcada en las urnas porque asegura este ex concejal que “antes del 2023 todos jugaban para atrás el día de las elecciones”.

Esta semana que pasó uno de los grandes motivadores de la separación entre Kicillof y Cristina Fernández dejó entrever en Quilmes que podría haber listas separadas, un volver a las colectoras, en los municipios.

En un encuentro de la Agrupación Eva Perón, Ferraresi habló a la militancia del Municipio que gobierna Mayra Mendoza y señaló que tienen que “prepararse para dar la pelea interna”. Un dirigente histórico del peronismo de Avellaneda confió a Política del Sur que el intendente ve muy complicado que el senador provincial camporista Emmanuel González Santalla pueda tener un diálogo de unidad con el PJ local.

Los municipios tienen su propia lógica y en ese sentido ya el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray y su par de Tigre, Julio Zamora, lanzaron el rumor de que tienen sellos vecinales a los que recurrir si no les gusta la manera en que se acuerden las listas.

Un dirigente ministerial de la Provincia de Buenos Aires que fue consultado luego de la sesión en La Plata, dijo que “todo es paso a paso”. Según este dirigente cercano a un ministro bonaerense, “esto se resuelve si Axel y Cristina se sientan a charlar porque el gobernador no tiene ningún problema con la ex presidenta sino con su hijo (Máximo Kirchner)”.

Precisamente esto mismo lo terminó confirmando el ministro Andrés Larroque hace unas horas quien dijo abiertamente: “Lo que está en discusión es la bandita de Máximo. Ni siquiera te diría toda La Cámpora, porque acá pagan justos por pecadores”.

Desde 2009/2011 el internismo dentro del peronismo se ha vuelto moneda corriente. El kircherismo logró resumir un liderazgo importante, mayoritario, pero no terminó por ser hegemónico. Desde el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se suceden las fracturas: Moyano, Massa, Randazzo, ¿ahora Kicillof?

Como señala un dirigente de peso de la Tercera, “Cristina ya no tiene el poder de liderazgo que tenía y Axel lo está buscando, la cuestión es cómo se resuelve esa tensión”. Otro dirigente al que se le planteó esto remarcó: “Eso se resuelve así, que Cristina ceda su poder al gobernador”.

En el medio, Máximo Kirchner intenta mantener con vida un liderazgo que ya no tiene la convocatoria política que supo tener en 2011, pero que aún conserva un interesante volumen de apoyo popular, que (y eso todos lo saben), no le alcanza para volver a ser presidenta.

Lo que también miden en La Cámpora, según confió a PDSUR un dirigente de la Primera sección donde juega Sergio Massa, es que “tampoco a Axel le alcanzan los votos para ser presidente”.

Los intendentes del conurbano (los que se alinean con Kicillof), están tratando de ver cómo hacer crecer esa intención de voto y cómo hacer para ampliar para afuera. Las charlas de Kicillof con Fredy Storani y con Ricardo Alfonsín, intentan mostrar una línea de construcción que al cabo fue la misma que planeó Néstor Kirchner cuando propuso la transversalidad.

Claro que para La Cámpora esa idea era buena si hacía crecer a CFK, pero la consideran nociva si hace crecer a un dirigente que no los beneficia como Máximo Kirchner sueña: seguir teniendo la hegemonía de la lapicera.

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