La Universidad Nacional de Lomas de Zamora cuenta con una amplia agenda cultural que ayuda a divulgar y conectar el arte con la investigación en diferentes aristas. Grandes proyectos han transitado por este espacio y uno de ellos es el del Museo Pío Collivadino que cuenta con un patrimonio de obras de todo el mundo y con talleres y diversas actividades en diferentes áreas artísticas.

Política del Sur conversó al aire con Adriana Fiedczuk, Licenciada en Museología y curadora del museo, quien se refirió al arte en general y a su trabajo dentro de este espacio cultural perteneciente a la Universidad.

“Hoy estoy cumpliendo en el Museo Pío Collivadino de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, como curadora. Dentro de este marco actual, sociopolítico, es complicado. Si bien la cultura siempre tuvo sus inconvenientes, porque siempre es la gran relegada dentro de una sociedad. En este momento se hace más complicado, los presupuestos para realizar actividades, para el montaje de muestras, para iniciar proyectos de investigación son más lentos. Pero desde nuestro espacio ponemos toda la energía, todo el amor, tratando de seguir generando múltiples actividades, no solo las relacionadas específicamente con la colección del museo, que es un museo de arte”, expresó Fiedczuk.

Sobre la historia del museo, contó: “Es un museo de arte, pero es biográfico, porque toda la obra es de un artista, Pío Collivadino, uno de los artistas argentinos más influyentes de principios de siglo XX. Considerado el primer paisajista urbano moderno, quien se dedicó a retratar el cambio de aldea a gran urbe de la ciudad de Buenos Aires, dejando plasmada en su obra todos todos los aspectos de la ciudad.  En el caso de Pío Collivadino, él pintó lo que vivió, lo que sintió. Él nació, vivió y se crió en Barracas. Era de familia de inmigrantes, nació en un conventillo, su padre era carpintero, tenía una conexión muy especial con el riachuelo, con el río, con el puerto. Y yo creo que él valoró mucho sus raíces y más allá de que después tuvo la posibilidad de formarse en Roma, nunca olvidó su origen”.

En esa misma línea, habló sobre el trabajo que se realiza allí: “Yo considero que el museo es un espacio abierto a toda la comunidad, donde se tienen que ofrecer múltiples miradas y variedad de actividades, porque la idea es que el visitante, el público, conecte con el patrimonio del museo y con el patrimonio de los invitados al museo. No solo tiene que ver con la colección que tenemos nosotros, sino también con actividades culturales o con artistas invitados, hay presentaciones de libros, hay talleres culturales, hay también noches de teatro, donde hay música, muestras temporarias. Tratamos de siempre convocar artistas regionales de la zona. Es importante que la comunidad se acerque y pierda un poco ese miedo a que ‘si no entiendo de arte, ¿para qué voy a ir a un museo de arte?’”.

El Museo durante el mes de marzo, hizo un trabajo especial en reconocimiento a diferentes mujeres argentinas: “Este año hicimos un una charla, un recorrido por la vida de cinco mujeres, dentro de las cuales estaba la doctora Cecilia Grierson, Alfonsina Storni, Lola Mora, Julieta Lanteri, este Carolina Muzilli, una actividad abierta para visibilizar la impronta que dejó la mujer en la construcción de nuestra historia y que siempre fue minimizada y relegada”.

Finalmente se refirió a la situación económica del Museo ante la crisis presupuestaria de la educación pública: “El museo depende de la Universidad de Lomas de Zamora, específicamente de la Secretaría de Extensión del Rectorado. Y no tenemos un presupuesto exclusivo para su funcionamiento, sino que depende del presupuesto que le sea asignado a la Secretaría de Extensión. Sabemos que el conflicto que hay con respecto a la educación pública sobre todo, a los presupuestos que ha designado el Gobierno nacional a las universidades públicas, lo cual hubo un recorte bastante importante. Siempre se trata de apelar a la buena voluntad de quienes participan de las actividades, ya sea quien viene a ofrecer un espectáculo, a presentar un libro o los profesores que dictan los talleres, siempre se trata de buscar la manera más viable. Y la colaboración, por supuesto, siempre permanente y el apoyo permanente de la comunidad que está muy comprometida con el museo y a medida que lo van conociendo, lo van apoyando”.