

Este lunes comienza el juicio por el crimen de Diego Calo, el joven asesinado a puñaladas por delincuentes que lo atacaron para robarle el celular en la localidad de Wilde, y pese a que la causa tenía dos acusados, solo uno de ellos será juzgado por el sangriento hecho de inseguridad ocurrido en julio del 2023.
Es que, a pesar de que ambos son considerados autores del ataque, uno de ellos es inimputable a raíz de su edad, ya que es menor de edad. Por lo tanto, será el delincuente mayor de edad el único que estará sentado frente a los jueces.
Según contó Pablo, su hijo no se había resistido al asalto, pero en vez de irse con sus pertenencias, los agresores lo hirieron varias veces con un arma blanca. "La saña de este pibe, porque Diego ya les había dado todo, celular, y mochila, y le dan una puñalada, y cuando mi hijo cae al piso le dan tres puñaladas más", agregó meses atrás, en diálogo con Política del Sur.
El crimen ocurrió en la intersección de las calles Cangallo y Méndez. Antes de morir, Diego pudo contarle a su papá lo que pasó. Fue trasladado de urgencia al Hospital Presidente Perón de Sarandí, donde lo estabilizaron dos veces tras sufrir paros cardíacos, pero las heridas que le ocasionaron fueron graves y perdió la vida.
Las imágenes de las cámaras de seguridad ubicadas en las inmediaciones de la escena del crimen, en las que se observa la huida de los presuntos asesinos, fue clave para la detención de los autores.
"Venía de laburar, cenó en la casa de su novia y cuando volvía, dos personas en la parada del colectivo lo asaltaron”, recordó Marisol, tía de la víctima, en diálogo con este medio.