La provincia de Buenos Aires se prepara para una paralización casi total del aparato estatal y gran parte del sector privado por el paro general convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT), que comenzará el miércoles 9 de abril al mediodía y se extenderá hasta el final del jueves 10. Con una duración de 36 horas, la medida promete ser una de las más contundentes contra el gobierno de Javier Milei desde su asunción. La protesta, que incluirá movilizaciones, cuenta con alta adhesión gremial y tendrá un impacto directo en educación, salud, transporte, bancos y administración pública, afectando el normal funcionamiento de actividades esenciales en el territorio bonaerense.
En el ámbito educativo, la jornada estará marcada por la interrupción total o parcial de las clases. Los gremios SUTEBA, FEB y UDOCBA, con fuerte presencia en el sistema bonaerense, confirmaron su adhesión. También se sumarán gremios nacionales como CTERA, que denuncian recortes presupuestarios y exigen la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), además de la convocatoria urgente a paritarias nacionales.
La medida alcanzará tanto a escuelas públicas como a universidades estatales, donde se prevén clases reducidas o suspensión total. En los colegios privados, la actividad dependerá del acceso del personal a los establecimientos, aunque también se anticipa una afectación significativa por la ausencia de auxiliares y porteros.
Uno de los ejes centrales del paro será el transporte público. En este punto, la adhesión confirmada de los cuatro sindicatos ferroviarios, los metrodelegados y el Sindicato de Peones de Taxis garantiza una paralización extensa. Lo mismo ocurre con los doce gremios aeronáuticos, que ya anticiparon la suspensión de vuelos comerciales.
Sin embargo, la situación de los colectivos permanece en suspenso: la Unión Tranviarios Automotor (UTA) está bajo conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo, por lo que su participación sigue siendo incierta. Este detalle podría marcar la diferencia en la efectividad de la protesta, ya que se trata del medio de transporte más utilizado por millones de bonaerenses.
El sistema sanitario público también se verá afectado. La Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP) anunció su adhesión al paro. Según informaron, el miércoles habrá movilizaciones y el jueves cesarán actividades, aunque se mantendrán guardias mínimas para urgencias y consultas espontáneas.
Desde el gremio expresaron que se suman al reclamo por una recomposición salarial urgente, en defensa del sistema público de salud y en solidaridad con los jubilados, que también marcharán el miércoles.
La adhesión de UPCN y ATE dejará sin actividad a organismos nacionales y provinciales, desde dependencias administrativas hasta delegaciones descentralizadas. La falta de transporte público, sumado al paro efectivo, hará que muchas oficinas directamente no abran sus puertas. Además, se aclaró que no se descontarán los días no trabajados a quienes no puedan asistir por motivos ajenos a su voluntad, como la falta de transporte o el cierre de sus lugares de trabajo.
La Asociación Bancaria confirmó que se sumará completamente al paro. Por lo tanto, no habrá atención en entidades públicas ni privadas durante ambas jornadas. Los únicos servicios disponibles serán los canales digitales, como home banking, cajeros automáticos y apps móviles, aunque con limitaciones en ciertas operaciones.
La ATEPSA, gremio que nuclea a los controladores aéreos, también anunció su participación en el paro. En un comunicado oficial, ratificaron su “adhesión activa” a la medida de fuerza, lo que implicará una afectación directa en la operación normal de vuelos nacionales e internacionales durante toda la jornada del jueves 10.
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