sábado 26 de abril de 2025 - Edición Nº2334

Opinión | 30 mar 2025

POR ANTONIO NOVIELLI

La pesquera: el negocio no cierra

A esta altura podria decir que algo huele mal en la milla 201. El sector pesquero, una actividad neurálgica para la economía, está “muy, muy mal” y los números no cierran para nadie.


La empresa Solimeno, con 13 barcos, dos plantas frigoríficas y 850 empleados, es una de las más importantes del país. Nació de la nada y comenzó a crecer tras encargar su primer barco a un astillero marplatense en 1972.

Hoy, esta empresa de una familia pesquera de raíces italianas enfrenta una grave crisis. Uno de los principales problemas es la caída de entre un 20% y un 30% en los precios internacionales, especialmente del langostino y el filet de merluza, dos de los principales productos pesqueros argentinos.

Otro problema es interno: en 2024, la inflación alcanzó el 118%, pero el dólar oficial solo aumentó un 27%. Esto genera un desbalance: los costos en pesos suben con la inflación, mientras que los ingresos en dólares quedan rezagados. La presión tributaria es altísima. Solo en cargas sociales, la empresa paga 800.000 dólares mensuales al fisco por sus 850 empleados.

A esto se suman más impuestos y costos: tarifas, Ingresos Brutos, la tasa de seguridad e higiene, y el aumento del combustible y la energía. Sin embargo, los beneficios por estos tributos son escasos, como se observa en el puerto de Mar del Plata, donde no se han realizado obras significativas y existen problemas de dragado.

Un informe de la Fundación Latinoamericana de Sostenibilidad Pesquera (Fulasp) advierte que los altos costos tributarios, el derecho de exportación y los aumentos en costos logísticos, salariales y previsionales están llevando a la quiebra a un sector que emplea a más de 40.000 trabajadores.

El atraso cambiario encarece en pesos insumos clave como combustibles, repuestos y salarios, reduciendo los márgenes de rentabilidad. En 2018, un barco tenía una rentabilidad del 20%; en 2024, la pérdida por viaje llegó al 21%. Entre junio y noviembre de 2024, los costos de operar un buque fresquero aumentaron tanto que las pérdidas semanales pasaron de 5 a más de 20 millones de pesos.

Los datos del INDEC muestran que en 2024 las exportaciones del sector pesquero alcanzaron los 2.007 millones de dólares, con un crecimiento del 2,5% interanual. Sin embargo, en enero de 2025, el Índice de Producción Industrial Pesquero (IPI Pesquero) cayó un 3,3% en comparación con el mismo mes de 2024.

El sector reclama la suspensión de las retenciones a las exportaciones, que llegan hasta el 9%. Además, el alto costo del valor agregado en Argentina hace que muchos procesos se realicen en otros países, como Perú o Tailandia. Existen barcos congeladores que procesan a bordo y barcos fresqueros que llevan el producto a plantas en tierra para su procesamiento. Las plantas elaboradoras en tierra están operando en situación de quebranto. Por ejemplo, un barco con una producción de 3.000 cajones de merluza en Mar del Plata generó ingresos por 73,5 millones de pesos en noviembre de 2024, pero afrontó costos por 89,2 millones, con una pérdida de 15 millones.

Dado que por cada empleado embarcado hay siete que trabajan en tierra, la crisis afecta a toda la cadena de producción. Además, el principal comprador del sector es Brasil, cuya devaluación impactó negativamente en la industria pesquera argentina.

Mientras el sector lucha con impuestos y costos crecientes, la flota ilegal china sigue depredando recursos. En la "milla 201", fuera de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) argentina, se han detectado barcos con "banderas de conveniencia" de países como Vanuatu y Camerún. En lo que va del verano, Prefectura Naval identificó más de 13 embarcaciones con esta maniobra, todas con mandos chinos.

El Círculo de Políticas Ambientales señala que desde 2020 ha aumentado la presencia de buques extranjeros en la ZEE argentina. En la temporada 2024-2025, se documentaron al menos 13 embarcaciones con banderas de conveniencia. Se estima que alrededor de 500 barcos extranjeros operarán ilegalmente en la zona en los próximos meses.

Además, los gremios del sector han denunciado la presencia de tripulantes chinos en buques con bandera argentina. Desde Puerto Belgrano partieron buques poteros con nombres chinos, como Hu Yu 962, Hu Shun Yu 06, Hu Yu 961 y Hu Shun Yu 07, aunque ondeando bandera argentina. También desde la terminal de Buenos Aires zarparon barcos con nombres chinos rumbo al Atlántico Sur.

La combinación de presión impositiva, atraso cambiario y competencia desleal pone en jaque al sector pesquero. Ante este panorama, se solicitará la declaración de emergencia pesquera en el Concejo Deliberante de General Pueyrredón, con la suspensión del Derecho Único de Extracción por 12 meses y la eliminación del Derecho de Exportación. El sector advierte que, sin medidas urgentes, la crisis podría volverse terminal.

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