

Vecinos de Monte Grande están enojados por la inacción judicial tras la muerte de un perro muy querido en el barrio que habría sido asesinado por un colectivero de la línea 501 que lo atropelló en pleno recorrido. Como si fuera poco, en vez de asistirlo, se habría burlado de la cruel situación del animal, y reído "a carcajadas".
El protagonista de la triste historia se llamaba "Tigre", el can que perdió la vida de forma trágica a fines de febrero pasado, a pesar del esfuerzo de los Bomberos Voluntarios que trataron de asistirlo y lo llevaron de urgencia a un veterinario. Su estado era muy grave, y no pudo resistir.
En medio de la tristeza de la comunidad por la perdida del perro, que era cuidado por distintas familias y amado por todos, surgió la indignación por la respuesta de la fiscalía interviniente en el caso. Desde el Polo Judicial de Esteban Echeverría les manifestaron que la causa, que tramitaba en la UFI 4, fue archivada "por falta de pruebas".
"Hicimos la denuncia, fuimos a la comisaría para pedir las cámaras, pero no nos dieron el video. También fuimos a la UFI 4, porque la Justicia es la que tiene que pedir las cámaras", contó Graciela Farias, una vecina que quería mucho al can, y que días atrás dio detalles del caso al aire del programa de radio Política del Sur.
De acuerdo a lo manifestado por la entrevistada, el argumento de las autoridades para dar por cerrada la causa fue "la falta de pruebas". Sin embargo, habría testigos y video que comprobarían la condenable actitud del chofer del colectivo, cuya responsabilidad en el hecho podría ser demostrada.
"El asesino sigue trabajando como si nada, sin ningún problema. Queremos que lo echen, que haga trabajo comunitario, que hagan algo, porque Tigre no merecía lo que le hizo", expresó Graciela, al borde de las lágrimas.